No hay nada más difícil que permanecer alejados de nuestros seres queridos. Desde los comienzos de la pandemia, todos debimos experimentar esto de alguna u otra manera.
Sin embargo, realmente pocas personas comprenden la distancia que tuvieron que enfrentar Virginia y Jack Byrne.
Han estado casados durante más de 72 años y a pesar de que ya no pueden vivir juntos, cuentan con sus constantes visitas para seguir adelante.
Desde hace unos años, Jack comenzó a presentar serios problemas de salud. Su esposa también se encontraba algo mayor así que no había nadie en casa que contara con las condiciones para velar por su bienestar.
Con el corazón roto, la familia tomó la decisión de llevar a Jack a un hogar.
“Me costó mucho dejarlo ir”, dijo Virginia.
Desde entonces él ha vivido en McKnight Place Assited Living and Memory Care. Las visitas de Virginia son fundamentales para él y cada vez que pasa muchos días sin verla su estado de ánimo decae terriblemente.
Cuando llegó la pandemia, las visitas al Hogar de Ancianos quedaron completamente prohibidas y Virginia se sintió profundamente triste. Nunca había pasado tanto tiempo lejos de su esposo.
Sus hijos y nietos trataron de ayudarlos y les enseñaron a utilizar diferentes dispositivos electrónicos para que se vieran a través de videollamadas.
Sin embargo, todo lo que ellos querían era verse cara a cara y contar con la alegría de un abrazo.
“Cuando mi mamá estaba esperando para verlo, me dijo: ‘Cada minuto se siente como una hora. Me siento tan nerviosa como una chica en la secundaria’”, dijo Rosemary.
La dulce pareja de abuelitos debió permanecer así durante más de un año. Finalmente, a mediados de marzo ambos habían sido vacunados y los médicos autorizaron la visita que tanto habían esperado.
Jack y Virginia se reencontraron justo a tiempo para celebrar su aniversario número 72.
Fue un momento realmente conmovedor que dejó a más de uno con lágrimas en los ojos. Rosemary Byrne, hija de la hermosa pareja; decidió compartir lo sucedido para celebrar el ejemplar amor de sus padres.
“Se encendió de nuevo la luz de mi vida. Finalmente pude estar cerca de mi esposo. Miré en sus ojos y vi la misma chispa que se enciende cuando estamos juntos”, celebró Virginia.
Basta dar un vistazo al hermoso reencuentro para comprender que realmente Jack y Virginia están hechos el uno para el otro. Resulta una pena saber que tuvieron que pasar tanto tiempo separados, pero gracias a la vacuna no tendrán que volver a pasar por esa injusta distancia.
Nada como un bonito reencuentro como este para llenarnos de esperanza. ¡Comparte!