Keith Watson pasó 95 días en el hospital tras ser diagnosticado con COVID-19, su larga estadía en cuidados intensivos lo convirtió en el paciente con el proceso de recuperación más largo de Gran Bretaña.
Durante este tiempo a la familia de Watson se le informó dos veces que estaba a punto de morir, cada día su estado de salud se complicaba y las posibilidades de sobrevivir eran casi nulas.
El hombre ingresó al Hospital Queen Elizabeth the Queeen Mother.
El hombre de 52 años estuvo en coma y pasó 42 días en cuidados intensivos. Sus pulmones y riñones dejaron de funcionar. Sin embargo, este hombre luchó contra todo pronóstico y logró salir victorioso después de una larga temporada en la cama de un hospital.
Watson sufre de asma, pero no sintió tos ni fiebre, considerados los primeros síntomas antes que se revelaran más detalles sobre el virus.
Ingresó al hospital el 20 de marzo.
Destaca que había sentido falta de aliento, esto hizo que su nivel de oxígeno en la sangre bajara por lo que fue ingresado de urgencia en el hospital.
Su estado de salud era tan crítico que desde que ingresó los médicos lo pusieron en coma.
Cuando ingresó a la UCI, cerca de 3.200 personas fueron diagnosticadas con COVID-19 en el lugar y otras 144 habían muerto.
Este amante del fútbol destaca que su último recuerdo es estar rodeado de personas vestidas con equipos de protección personal.
Todo ha cambiado desde entonces, al respecto comenta:
Todavía no puedo creer que fui al hospital un viernes por la noche, me desperté seis semanas después y todo el país había cambiado”.
Durante todo este tiempo, tuvo un viaje con altibajos lejos de la familia, a pesar de haber enfrentado una terrible infección pulmonar logró salir adelante antes que el virus atacara sus pulmones.
Cuando los familiares fueron advertidos que posiblemente no sobreviviría, decidieron mantener el mantra de que “no termina hasta que termina”.
Cuando Watson salió del hospital había 306.000 contagiados y casi 43.000 personas habían muerto de coronavirus.
Para la esposa y los hijos de Watson fue muy difícil no acompañarlo en este largo proceso, sobre todo, no estar con él cuando despertó.
Si bien ha logrado vencer esta batalla, la vida para este hombre cambió por completo, el virus paralizó su cuerpo de pies a cabeza y lo dejó sin masa muscular.
Se someterá a terapia para que pueda caminar solo nuevamente.
Prácticamente, debe volver aprender cosas que antes hacía con total facilidad. Watson dijo:
Una de las cosas más difíciles es perder tu independencia. Creo que puedo hacer cosas como darme vuelta y sentarme, pero las enfermeras tuvieron que enseñarme cómo hacerlo todo de nuevo.”
El día que Watson salió del hospital más de 100 personas se reunieron fuera de sus casas para darle la bienvenida, vecinos, familiares y amigos le aplaudían y mostraban carteles con mensajes alentadores.
Con el apoyo de sus familiares y personal médico especializado ha logrado dar sus primeros pasos de forma independiente. Watson sabe que aún tiene una larga batalla por enfrentar, pero agradece haber vencido a ese enemigo común que transformó la vida de todos en el todo el mundo.
El virus paralizó su cuerpo pero no su fe. Deseamos que pueda superar todas tus batallas. ¡Ánimo Watson, lo lograrás! Vamos a unirnos en oración por todas las personas que siguen luchando contra este virus y aquellas que han descansado en paz. ¡Comparte!