En Estados Unidos se han registrado 182.203 casos de pacientes infectados de coronavirus y 3.546 fallecidos.
El COVID-19 afecta con severas complicaciones a las personas mayores, quienes son más vulnerables al virus. Asimismo, puede tener consecuencias devastadoras para aquellos que tengan patologías previas como diabetes, cardiopatías, cáncer, entre otras.
El pasado sábado 28 de marzo falleció Silvia Meléndez, una joven de 24 de Utah, Estados Unidos, que estuvo ingresada durante siete días en el hospital Universitario de Utah tras ser diagnosticada de coronavirus.
Lamentablemente no logró sobrevivir, hace años fue sometida a una operación de corazón abierto y tenía afecciones cardíacas que empeoraron su estado de salud.
Su padre, Marco Antonio Meléndez, ofreció declaraciones a un conocido medio de comunicación para hablar de su caso e instar a la población a quedarse en casa y tomar las medidas preventivas.
El devastado padre aseguró que “el virus no perdona edades”, ante las cámaras pidió a todos los ciudadanos que cumplieran con el confinamiento.
Entre lágrimas, Marco relató que no se pudo despedir de su hija, no la acompañó en sus últimos momentos debido al protocolo de aislamiento que emplean en los pacientes contagiados con coronavirus.
“Me hubiera gustado estar ahí al lado de ella, para abrazarla”, lamentó el padre mientras luchaba por contener las lágrimas en su comparecencia.
“Silvia luchó hasta el final para poder salir de este problema, pero lamentablemente tuvo que irse, tenemos que lidiar con su partida”, relató el padre de la joven.
La madre de Silvia es diabética, y tras ser sometida a la prueba diagnóstica de coronavirus ha dado positivo. Igual que el hermano mayor de la joven fallecida.
Su padre y su segundo hermano presentan síntomas de COVID-19 pero no han sido sometidos a la prueba diagnóstica para confirmar si ellos también están contagiados.
La familia no sabe cuándo ni cómo se produjo el contagio del coronavirus que contrajeron tres de sus miembros. Están cumpliendo con las medidas preventivas y esperan que toda la población lo haga para no exponer a los pacientes vulnerables a sufrir complicaciones graves.
Es bastante doloroso perder a un ser querido, uno de los consuelos que se pueden tener en tan duro momento es cumplir con los ritos de duelo para despedirnos.
Pero cuando la circunstancia no lo permite resulta mucho más complicado, los pacientes que fallecen por coronavirus no pueden estar acompañados de sus seres queridos.
Aquellos que tienen fe católica no pueden recibir el sacramento de la unción de los enfermos de parte de un sacerdote.
Deben partir sin que alguien tome su mano y le ofrezca su compañía y cariño. Es una dramática realidad la que sufren miles de familias alrededor del mundo desde que se desató la pandemia.
La familia Meléndez no pudo darle el último adiós a Silvia, solo podrán tener una ceremonia fúnebre a través de una vídeo llamada.
El testimonio de este padre que con valentía se atrevió a dar un mensaje a pesar de la tristeza que embarga su corazón merece ser compartido, no te vayas sin hacerlo.