Lamentablemente muchos niños sufren las consecuencias de la falta de empatía y sensibilidad de algunos adultos que no tienen idea del compromiso que implica la crianza de un hijo. Los padres deberían asumir la responsabilidad de velar por el bienestar y salud de sus hijos, pero esta premisa no siempre se cumple.
En México, una madre dejó a su bebé a su suerte después de pedirle a una mujer que lo cuidara.
“Me pidió que cuidara a su bebé un rato, pero ya no regresó”, relató Alicia Ramírez, una humilde madre que tenía poco tiempo de haber llegado a la ciudad de Monterrey.
Ella estaba en la calle junto a sus cuatro niños, de 5, 4, 3, 2 y 1 año, cuando una mujer la interceptó pidiéndole que atendiera por un rato a su bebé, aceptó sin imaginar que esta no regresaría.
Cuando Alicia, de 23 años, se percató de que la madre del pequeño no regresaba y parecía no tener intenciones de hacerlo, pensó que cuidaría del niño como si fuera uno más de sus hijos.
De inmediato asimiló que tendría cinco niños porque no era una opción abandonarlo, relató lo que sintió en ese momento:
“Dije: ‘Lo voy a cuidar ahí en mi cuarto, porque dejar al bebé tirado me da lástima’”, contó Alicia.
Contó además que justo antes de que la madre del niño se fuera le preguntó cuántas semanas de nacido tenía y ella le respondió que tenía dos.
Estas fueron las palabras de la mujer que le entregó al bebé:
“Nada más me dijo: ‘no sé si me quieras hacer el favor de cuidármelo un rato, es que me duele mucho el brazo’, me dijo la señora, ‘cuídamelo un rato y ahorita regreso’, así me dijo”.
Alicia la describió como una mujer morena, de complexión delgada y de aproximadamente 35 años.
A pesar de su precaria situación económica, Alicia estaba dispuesta a adoptar al bebé e incluso pensó en llamarlo “Armando”, su gesto demostró la nobleza de su corazón.
“Me dio lástima el bebé llorando, lo cargué y lo abracé”, dijo Alicia.
Alicia, de Chiapas, contó a un medio de comunicación local que desde hace un par de semanas se mudó con su familia de San Cristóbal de las Casas a la ciudad de Monterrey. Allá la pareja trabajaba en fincas de cultivo de café, pero no recibían un ingreso digno que les permitiera satisfacer sus necesidades básicas, y tampoco tenían la oportunidad de encontrar otro empleo.
Su esposo consiguió un trabajo como albañil en Monterrey en el que podría devengar más dinero para mantener a su familia de cuatro hijos.
Así que decidieron establecerse en la ciudad buscando mejorar su calidad de vida, y en ese lugar Alicia vivió una experiencia que jamás podrá olvidar.
La familia vive en una habitación en la que solamente tienen una cama para los cinco, un televisor antiguo y muy pocas pertenencias.
Su solidario gesto emocionó a todos los ciudadanos, incluso algunos vecinos visitaron su humilde vivienda para entregarle alimentos y artículos para ayudarla.
“Yo me lo hubiera quedado, ya tenía nombre”, dijo Alicia, quien pensó adoptar al bebé que acogió en sus brazos para protegerlo.
El bebé fue puesto a cargo de los servicios sociales, y está en una institución en la que recibirá los cuidados necesarios. Una señora que fue testigo del hecho alertó a la policía, y las autoridades se lo llevaron, esta instó a Alicia a permitir que el estado asumiera el control de la situación.
“Me siento mal porque me da lástima el bebé, yo no estoy acostumbrada a ver eso, tengo también mis bebés, pero los cuido mucho”.
La historia ha captado la atención de miles de personas no solamente en México sino en muchos países del mundo, compártela.