Recientemente, han surgido numerosas fuentes de estudios que reportan casos de pacientes con coronavirus, que no sólo han tenido complicaciones respiratorias y pulmonares, sino que se están viendo otros órganos comprometidos.
Cerca de 200 artículos científicos publicados en prestigiosas revistas médicas y en el servidor medRxiv, son la prueba de que la afección cardíaca es ya una complicación comprobada, derivada del coronavirus.
Al principio ya se dijo que los daños en el corazón podrían ser inevitables, como un efecto del virus. Pero ahora también se sabe que tener una afección cardíaca convierte a quienes lo padecen en personas vulnerables de contagio, además de tener tasas más altas de desarrollar complicaciones graves.
El corazón, los riñones, el tejido muscular o el cerebro son algunos de los órganos que están siendo afectados a causa del virus
No existen datos exactos del número de personas afectadas en ninguna parte del mundo, pero sí se cuentan por cientos los detallados casos clínicos que han reportado los médicos en España y en otros países.
“Miocarditis fulminante, el músculo cardíaco deja de contraerse”, menciona José Sánchez Salado, cardiólogo intensivista del Hospital Universitario Bellvitge, sobre un paciente de 30 años sin condiciones subyacentes antes de contraer coronavirus.
Cuenta que permanece conectado a dos motores y dos asistentes ventriculares, que suplen la función de su miocardio. «Un motor bombea sangre venosa hacia los pulmones y el otro bombea la sangre que regresa de los pulmones ya oxigenada al resto del cuerpo».
“Nunca había visto antes un cuadro como este”, exclama, diciendo que hay otros dos casos similares.
“La infección por coronavirus se ha asociado a múltiples complicaciones cardiovasculares directas e indirectas, incluidas el daño agudo de miocardio, la miocarditis, arritmias y tromboembolismo venoso”, advierten cardiólogos de 11 instituciones científicas de EE.UU. e Italia, en un artículo que se publicará en la revista JACC .
Mencionan que la afección cardíaca sucede como una reacción excesiva del sistema inmunitario, que en su intento por frenar la infección, desencadena una reacción inflamatoria desproporcionada que termina dañando el propio organismo.
También hablan de otro problema que preocupa ampliamente y es el trastorno de la coagulación, que produce trombos, y por ende, infartos, ictus y embolias pulmonares.
Esto afectaría no sólo al corazón, sino a los vasos sanguíneos de las extremidades, como se detalla en un artículo de la «European Journey of Pediatric Dermatology», donde se reportan impactantes casos de niños asintomáticos de coronavirus con graves inflamaciones en brazos, dedos, y manos, por tales trastornos de coagulación.
“Atiendes un infarto en un paciente positivo al coronavirus, reperfundes la arteria, colocas un stent y tendría que estar todo bien. Pero no llega suficiente sangre. Hay tantos trombos que el tratamiento habitual en un infarto ahora ya no es óptimo. Corres el riesgo de que haya más necrosis en el corazón y se produzca una insuficiencia cardíaca”, dice Cosme García, jefe de la Unidad coronaria del Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona.
En otros casos el daño tiene que ver con infectar directamente el corazón, dañando el miocardio, como en el caso del paciente del Hospital Universitario Bellvitge, en el que se piensa que su problema es por una acción directa del virus en el corazón.
Los médicos dicen que en cualquier neumonía, el corazón compensa tratando de bombear más sangre. Y en el caso de una persona con afección cardiovascular previa, esta situación puede agravar el estado del corazón.
A lo que se suma, que hay medicinas que se están suministrando que tienen toxicidad cardíaca, como los antivirales lopinavir y ritonavir, así como la hidroxicloroquina.
En el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, por ejemplo, ya se han analizado 3.000 pacientes con Covid que han respondido desfavorablemente para tomar las medidas correctivas.
Ahora los médicos se centran en el mayor esfuerzo para frenar cuanto antes la inflamación, la formación de trombos y el deterioro respiratorio, para así evitar a toda costa que vayan a la UCI.
No te vayas sin compartir esta valiosa información para que todos entiendan por qué debemos ponernos en los zapatos de las personas que pueden ser más vulnerables al virus y que definitivamente quedarse en casa supone salvar una vida.