Los valores y tradiciones cambian de generación en generación y de una cultura a otra. No es ningún secreto que lo que se acostumbra en Occidente está a años luz de lo que se practica en algunas sociedades orientales, sobre todo en lo relacionado con el rol de la mujer, y los requerimientos que le imponen para ser considerada «apta» para su futuro marido.
Es por eso que recientemente, algunos médicos británicos están siendo acusados de enriquecerse a costa de algunas mujeres desesperadas que acuden para que «reparen su virginidad».
Lo hacen porque deben mostrarse «intachables y puras» en la noche de bodas.
Cientos de mujeres jóvenes son obligadas a someterse a una cirugía llamada himenoplastia antes de su boda
La operación es vulgarmente conocida como «reparación del himen», y se trata de construir una capa de piel en la entrada de la vagina simulando el himen, que pudo haberse roto (pero no siempre es así), cuando la mujer tuvo relaciones sexuales por primera vez.
El himen es una membrana delgada y frágil de tejido incompleto que rodea o cubre parcialmente la apertura vaginal externa.
Puede desaparecer completamente después de una vida sexual activa, pero esa no es la única forma en que se puede romper, ya que puede ser lacerado por enfermedad, lesión, examen médico, masturbación o ejercicio físico.
La himenoplastia tarda menos de una hora y se realiza bajo anestesia local.
Las estadísticas revelan que en Inglaterra, al menos 22 clínicas, ofrecen el servicio de forma privada. Son principalmente jóvenes musulmanas, cuyas rigurosas creencias les impiden presentarse en la noche de bodas si ya han perdido la virginidad. Así lo establece el Corán.
Como parte de la tradición, en la noche de bodas deben sangrar para mostrar a su marido que son puras. Y en algunas familias más rigurosas, celebran la virginidad de la joven una vez que se muestran las sábanas manchadas.
Muchas mujeres viven verdaderas humillaciones cuando tras demostrarse que tienen el himen roto, su matrimonio queda anulado
Las clínicas cobran hasta 4.000 euros por cirugía y las promocionan con una promesa:
«Restauramos tu inocencia y es 100% seguro»
Los centros hospitalarios están siendo acusados de enriquecerse a costa de los temores de estas jóvenes pacientes.
Muchos critican a los médicos que acceden a hacer estas cirugías por el hecho de que están propiciando esta cultura machista.
«Hay personas que ganan mucho dinero con mujeres muy vulnerables », denuncian los activistas. «El número de cirugías desde el año 2014 se han cuatriplicado.
Pero los médicos, por su parte, sostienen que las jóvenes serían objeto de estigma si no sangraban en su noche de bodas. «He visto situaciones trágicas en las que sentí que estaba salvando una vida. Es una situación muy triste», dijo el doctor Masood.
En otros países, como China, las operaciones van más lejos aún y junto al himen, los cirujanos inyectan un líquido rojo muy similar a la sangre, de modo que ante la primera penetración, la sábana quedará indefectiblemente manchada, mostrando así su supuesta virginidad.
Este fenómeno de las jóvenes musulmanas en Inglaterra ocurre mucho, ya que al crecer en una cultura occidental, sintieron que tenían «derecho a tener sexo», pero cuando ya son obligadas a contraer matrimonio, se encuentran entre la espada y la pared, según lo reveló Halaleh Taheri, fundadora de la Organización de Mujeres y Sociedad del Medio Oriente.
Sostiene que aunque la situación es desoladora, entiende que las mujeres jóvenes lo hagan, porque las consecuencias en caso de ser descubiertas, pueden ser terribles para ellas.
En el mundo pueden convivir culturas y creencias diversas, pero ¿hasta qué punto en pleno siglo XXI las mujeres deben ser sometidas a humillaciones de este estilo para satisfacer las rigurosas costumbres de su entorno «por agradar» a su pareja? Déjanos saber tu opinión y compártela.