La boda real de Meghan y Harry, los ahora Duques de Sussex, ha estado repleta de emotivos momentos, que han conmovido enormemente a los presentes. Y un singular detalle en el que usualmente las novias ponen especial ilusión son las flores que se utilizan en la ceremonia religiosa, así como las que componen el ramo de la novia. Pero no muchas novias piensan en el destino de todas las flores.
Lo común es que terminen marchitándose, sin darle mayor utilidad. Pero en esta boda, en la que se ha contemplado hasta el mínimo detalle, no fue así. Meghan y Harry han desconcertado con un sublime acto de solidaridad, destinando las flores de la boda a una residencia de mayores para que se confeccionen ramos para todos los pacientes del lugar.
El pasado sábado la Capilla de St George, en el Castillo de Windsor, lució espectacular para la boda de Meghan Markle y el Príncipe Harry. Y lo que por supuesto le dio un encanto especialmente elegante y a la vez sencillo fue la decoración con las hermosas flores que hacían brillar al imponente castillo.
Una vez terminada la ceremonia y la recepción, las flores fueron enviadas al «St. Joseph’s Hospice«, en Londres.
El centro publicó en su página de Facebook la emoción que sintieron con el regalo recibido por parte de los Duques de Sussex, junto a una imagen de una anciana visiblemente feliz, con los brazos llenos de flores:
«Hoy recibimos una entrega muy especial. Hermosos ramos de flores de la #bodareal que les dimos a nuestros pacientes. Muchas gracias a Harry, Meghan y a la florista Philippa Craddock. Nuestra residencia huele y se ve preciosa. Un gesto encantador», fue la publicación del centro de mayores.