Hace tan solo poco más de dos décadas, a los recién nacidos se les celebraba su primera vista al mundo a los días o semanas de vida cuando abrían sus ojos. Los niños del siglo XXI, en cambio, viven en un mundo dominado por las tecnologías de la información y la comunicación. Se adaptan a ellas prácticamente apenas nacen.
De hecho, los padres nos vemos ampliamente sorprendidos y superados por las habilidades y destrezas tecnológicas que estos pequeños nos demuestran a diario. Para muestra, en Inglaterra, se supo de un caso de una niña de cinco años llamada Autumn Collins, quien salvó a su madre de un ataque de epilepsia, tan solo utilizando la aplicación FaceTime.
Según trascendió en varios medios locales, el incidente se produjo en Brickenhead, Liverpool, el pasado 28 de octubre de este año. La mujer, quien luego fuera identificada como Nicola Collins, cocinaba unos pastelitos para su hija.
Autumn, pareció oler el episodio que estaba por sobrevenirle a su madre. Una vez que la vio colapsar y caer con todo su peso contra el suelo, lejos de asustarse intentó colocar una almohada para sostenerla debajo de su cabeza, pero, debido a sus pocas fuerzas no pudo lograrlo.
En ese instante, la pequeña recordó la contraseña del móvil de su mamá y fue por él. Lo tomó resueltamente y realizó una llamada de auxilio a una amiga cercana a la familia, a través de la mencionada aplicación. Su interlocutora fue otra niña, la sobrina de la amiga de su madre.
“¿Puedes decirle a Laura que mi mamá está teniendo un ataque?”, dijo Autumn.
Al enterarse, Laura llamó de inmediato a una ambulancia y se encaminó hacia la casa de Nicola para apoyar la labor de los médicos. En ese momento, fue cuando la acción de Autumn se tornó definitiva.
Gracias a la llamada, y a que la niña sabía del escondite de las llaves principales de la casa, que se encontraba asegurada, la mujer logró ser trasladada hasta una clínica en la ciudad antes mencionada, donde lograron estabilizarla. Una vez recuperada, agradeció emocionada el gesto que tuvo su hija durante aquellos minutos tan críticos.
“No puedo creer que encontró mi teléfono, quitó el código, entró en mis contactos y llamó a mi amiga. Estoy tan orgullosa de ella. Me salvó la vida. No sabe deletrear, pero escucha cuando hablo con Laura y reconoce las palabras”, expuso.
Por otro lado, Laura también expresó que se sentía muy orgullosa de Autumn, ya que, de no haber sido por su reacción, innata y con nervios de acero, no existiría una única heroína a carta cabal en esta historia.
“Fue una gran heroína en un momento sumamente difícil. Gracias a ella mi amiga está con vida”, concluyó.
Estamos ante una realidad ineludible: la mente de los niños se está haciendo dependiente a la tecnología. Esto tiene tantas ventajas como bemoles. Con una tableta en las manos por tiempo excesivo quizás se aíslan de los demás niños, pero también salvan vidas.
Comparte esta historia con tus amistades y seres queridos. En el siglo XX, usamos la televisión como niñera. Pero, en el siglo XXI, nuestros hijos usan los teléfonos inteligentes y las tabletas. ¿Evolución? A ti qué te parece.