Miles de personas se mantenían expectantes ante el espectáculo aéreo que se llevaría a cabo en Medellín, Colombia. Un grupo de soldados desafiarían la altura y el viento. Y lo que debía ser un acto eminentemente cívico, lleno de color y fiesta, terminó en lo que muchos han llamado la «tragedia de la bandera».
Ciertamente, no hay país que con un mínimo de respeto y fervor por su bandera, en determinados acontecimientos históricos, haya espectáculos áereos que gustan a grandes y a chicos. Pero lamentablemente, no siempre todo sale como se tenía previsto y acaban sucediendo trágicos accidentes que marcan un antes y un después y que muchos quisieran borrar para siempre.
Tal como sucedió el pasado domingo 11 de agosto, día en el que se clausuraba la feria de las flores.
El atrevido espectáculo consistiría en colgar de un helicóptero la bandera de Colombia. Y de la misma cuerda para hacer contrapeso, irían sostenidos 2 valientes hombres entrenados específicamente para esa misión.
Eran las 3h15 p.m., cuando miles de ciudadanos vieron las 2 aeronaves sobrevolando las calles de Medellín, que partieron desde la base del aeropuerto Enrique Olaya Herrera.
Pero de pronto, los gritos de asombro se transformaron en otros de tragedia al ver cómo los hombres, sin ninguna explicación aparente, se precipitaban al vacío tras romperse la cuerda.
«Ay, Dios mío, bendito», se oye exclamar entre el público.