Visitar un hospital es algo poco agradable para muchos. De hecho, hay quienes le huyen a los centro de salud así necesiten realmente atención médica. Un caso contrario sucede en el Hospital Barnet, al norte de Londres, donde una mujer y su hija de 21 años llevan 15 meses “hospedadas”.
Aunque esto suene contradictorio, el centro de salud no provee atención médica a estas mujeres ya que no la necesitan, sino que se ha convertido en su hogar.
Desde hace quince meses Mimi Tebeje, una mujer de 50 años, acudió al hospital junto a su hija Ruth Kidane, quien sufre de un extraño trastorno degenerativo y debilitante de sus músculos.
Esto le imposibilita caminar, por lo cual se encuentra en una silla de ruedas. Además, su enfermedad también le dificulta la respiración, motivo principal por el que fue atendida al llegar al hospital.
El día de su ingreso en el Barnet, la joven presentaba un ataque de pánico que le produjo complicaciones respiratorias, pero una vez recuperada ni ella ni su madre han querido abandonar el centro de salud.
En el momento, las mujeres alegaron no poseer un lugar donde vivir y aunque el hospital podría obtener órdenes de posesión para desalojar a los pacientes de una cama, la administración decidió no hacerlo.
El caso ha causado polémica al conocerse los gastos que la estadía de estas mujeres le ha generado al Servicio Nacional de Salud (NHS, según sus siglas en inglés).
En promedio, el costo de una cama en un hospital de esta categoría es de 451 euros. Lo cual significaría que la NHS ha gastado aproximadamente 203.000 euros en Ruth, esto a pesar de que realmente la chica no necesite asistencia médica.
La joven asiste semanalmente a la universidad y en ocasiones sale de paseo junto a su madre. No obstante, no están en disposición de regresar a Grimsby, la comunidad en la que antiguamente vivían. Pues, alegan que eran acosadas por una pandilla de jóvenes que las insultaban por ser de color.
Mimi admitió que desde un inicio tuvo la intención de quedarse viviendo en el hospital, ya que no aguantaban el acoso en su antigua casa. Las damas habitaban un bungalow que el gobierno les había proporcionado desde el 2008, cuando obtuvieron su asilo en ese país. Mimi y su hija llegarían a Gran Bretaña en 2003 provenientes de Etiopía y, tras alegar que sus vidas corrían peligro si regresaban, obtuvieron el asilo político.
Antes de llegar a Barnet, Mimi trabajaba como chef para mantenerse junto a su hija Ruth.
A las mujeres se les ha ofrecido hogar pero estas se niegan a abandonar el hospital y regresar a Grimsby. Mientras este conflicto se soluciona, los importes aumentan y otras personas dejan de ser atendidas en el centro de salud por falta de cama.
«Entiendo por qué la gente está molesta. Es una situación ridícula, lo sé. Muchas personas enfermas están esperando camas. Simplemente no siento que tenga otra opción. No tenemos a dónde ir y Ruth estaría en la calle si nos obligaran a irnos”, argumenta la Sra. Tebeje.
Parece que el polémico caso seguirá costándole a los contribuyentes, pues las mujeres se muestran renuentes a abandonar la habitación en el hospital. Mientras que la administración del centro médico ha decidido no iniciar los trámites legales para el desalojo.
Así que la solución más rápida está sólo en manos de ellas, si estas aceptan mudarse al hogar que les han ofrecido. Pero, la situación que atraviesan Ruth y su madre es complicada, debido a su enfermedad y a que la señora Tebeje se encuentra sin empleo.
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