“Nunca es tarde” este es el mensaje que un abuelito de 97 años comparte tras lograr obtener su primera licenciatura. Giuseppe Paternò es un siliciano que se ha licenciado en Historia y Filosofía en la Universidad de Palermo, convirtiéndose en la persona más anciana del mundo en obtener su primera licenciatura.
Tras muchos años de estudio, largas jornadas académicas y materias llenas de historia, que de una u otra forma también era su historia, Giuseppe defendió su tesis en presencia de sus dos hijos, Nunzio de 70 años y Marcella de 68 años, y sus cuatro nietos.
Se invistió en el aula magna de la facultad de Letras y Filosofía.
Quienes lo vieron constante en la universidad destacan que parte del gran mensaje de Giuseppe es que siempre hay tiempo para realizar los sueños, y él es un claro ejemplo de ello. Dice Paternò:
Mi entusiasmo siempre ha sido grande, este es mi antídoto para los años que pasan. Ahora que estoy en la línea de meta, todavía miro hacia adelante”.
La vida de Paternò no ha sido muy fácil, comenzó a trabajar desde que tenía siete años, es el mayor de siete hermanos de una familia de bajos recursos económicos. Desde muy pequeño tuvo que hacer frente a su cruda realidad y salir día a día para llevar el sustento a casa.
Eso sí, siempre mantuvo presente algún día poder estudiar. No fue sino cuando tenía 31 años que obtuvo un diploma de topógrafo en la escuela nocturna.
Desde los 14 años trabajó en los ferrocarriles como telégrafo y jefe de estación.
Durante más de cuatro décadas trabajó en los Ferrocarriles del Estado hasta su jubilación. Después de muchos años de servicio, decidió que quería estudiar. Giuseppe comenta:
Lo importante era aprender, estudiar, razonar. Comencé con dos cursos de teología”.
Cada logro académico de Geuseppe ha sido merecido con esfuerzo propio, destaca que nunca le regalaron nada, tampoco en la universidad donde sin imaginarlo eximió todas las materias obteniendo una calificación de 29.80 donde 30 es el máximo.
El rector de la Universidad de Palermo, Fabrizio Micari, comenta:
Geuseppe estudió una carrera increíble, salpicada de 30 y 30 cum laude, uno de esos casos que te dan una inmensa alegría. También es un maravilloso ejemplo para todos. Para nuestra universidad, un verdadero honor tenerlo entre los estudiantes”.
Sin duda alguna, Geuseppe nos recuerda que nunca es tarde para comenzar, ni mucho menos para cumplir los sueños.
Su vida estuvo llena de sacrificios pero todos y cada uno de ellos fortaleieron su esperanza de lograr lo que siempre había querido. Con 97 años de edad, es el estudiante más sobresaliente y más anciano de las universidades italianas.
Geuseppe es un apasionado de la historia aunque su materia favorita es la teología.
Su tesis la escribió como esos grandes apasionados que saben que lo bueno se hace esperar, una máquina Lettera 22, su vieja Olivetti se convirtió en su compañera de vida, en su fiel testigo para escribir su historia, su sueño.
Este tierno personaje destaca que seguirá escribiendo, pero sobre todo, pensando:
Siempre miro hacia adelante, nunca me canso, y a los jóvenes les digo que hagan lo mismo. Que sigan estudiando siempre, porque lo único que lamento es no haberlo hecho cuando era joven, como me hubiera gustado. Mi mayor consejo para los jóvenes es estudiar, estudiar, estudiar”.
“Siempre hay tiempo para hacer realidad los sueños”. Constancia y disciplina son las mejores herramientas. No olvides compartir esta historia en tus redes y llenemos el mundo mensajes alentadores.