Las investigaciones generan avances importantes en la ciencia, permitiendo que en el campo de la salud se hagan descubrimientos llenos de esperanzas para prevenir y curar enfermedades que son consideradas mortales.
Un equipo de científicos de la Universidad de Graz en Australia, lograron la modificación de una molécula proveniente de una proteína de la leche materna, con un proyecto financiado por Austrian Science Fund FWF.
La investigación se enfoca en la modificación de la lactoferricina, un péptido, un tipo de molécula presente en la leche materna con propiedades anti-microbianas.
Esto con la finalidad de que esta modificación pueda detectar las células cancerosas de algunos tipos de cáncer con cierto grado de dificultad en su tratamiento, como lo son el melanoma y el glioblastoma (un tumor cerebral).
La lactoferricina es un derivado de la proteína lactoferrina, que existe de abundantemente en la leche materna y no sólo alimenta al niño recién nacido, sino que forma parte del sistema inmune.
Es una de las primeras defensas ante cuerpos extraños, como bacterias y hongos, actúa contra las células del cuerpo mutadas como las cancerosas.
El uso de la lactoferricina en la lucha contra el cáncer requiere una re-estructuración de sus aminoácidos para lograr la combinación correcta.
El principio activo puede entonces inducir la muerte celular maligna, cuando la modificación de la lactoferricina le da la capacidad de localizar la carga negativa de la molécula fosfatidilserina que se encuentra en las células cancerosas.
“El mayor desafío en el proceso de diseño fue encontrar el equilibrio adecuado entre la toxicidad y especificidad. Si los péptidos se hacen demasiado activo, también atacan a las células sanas”, comentó Dagmar Zweytick, el principal investigador de equipo y Sabrina Riedl, investigador post-doctorado.
También explican que en las pruebas de control siempre se garantizó que los péptidos localizaran sólo las células cancerosas y de tal manera que las células normales quedaran intactas.
Muchos tipos de cáncer responden de manera positiva al tratamiento de quimioterapia si son diagnosticados a tiempo.
Pero existen otros tipos de cáncer que son poco tratables, como el cáncer de piel, cáncer de cerebro, así como la metástasis, que son células tumorales que se extienden al cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Sin embargo, las células cancerígenas tienen un punto débil, es por eso que las investigaciones continúan bajo este nuevo enfoque terapéutico para los tipos de cáncer con posibilidad de tratamiento limitadas.
El equipo de la Universidad de Graz diseñó durante cuatro años de investigación de quince variantes. De las cuales dos se usaron en ratones que tenían en su cuerpo células cancerígenas humanas.
Los resultados fueron alentadores, se encontró una disminución de un 50 % en el caso de glioblastoma y de un 85% en el melanoma en comparación con animales no tratados con la lactoferricina modificada.
Los ratones que se encontraban en perfecto estado de salud y fueron sometidos al mismo tratamiento no sufrieron ningún daño.
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El equipo de investigadores dirigido por Dagmar está trabajando en la perfección de este agente y también está colaborando con una casa farmacéutica en un proyecto financiado por la FFG, para que a partir de dos años aproximadamente se puedan elaborar estudios pre-clínicos.
Afortunadamente el mundo cuenta con científicos que tienen una excelente experiencia, gran vocación y profundos conocimientos, que sin lugar a dudas impulsan avances significativos en el campo de la salud.
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