¿Has soñado con el día de tu boda? Para muchas personas poder casarse es un sueño que se tiene durante toda la vida. Sin embargo, no siempre se tiene el tiempo suficiente para poder disfrutar al lado de la persona que más se quiere en el mundo.
Esta es la difícil situación a la que se enfrentó una hermosa pareja brasileña, al verse acorralada por el propio tiempo y la vida para compartir cada instante de su futuro. Pese a todo, hicieron lo posible para honrar su amor.
Adarlele Andrade de Lara, de 26 años, y Ruan Pablo de Lara, de 27, sellaron su amor con broche de oro en una hermosa ceremonia que se llevó a cabo el pasado mes de febrero, en la región de União da Vitória, en el sur de Paraná.
Para la joven casarse con Ruan era un momento más que esperado, trabajaba en una tienda de vestidos de novia y muchas veces soñó con el que ella usaría cuando llegara el gran día, siendo el 06 de febrero, pese a que se enfrentaba por tercera vez al cáncer.
Se encontraba profundamente dolorida por la enfermedad y tratamiento, pero esta joven no dejó que nada de eso empañara su momento feliz. Nunca dejó de sonreír, e incluso se levantó de la silla de ruedas en la que se encontraba para poder pararse junto al hombre de su vida.
Todos los presentes en la ceremonia quedaron impresionados al darse cuenta que lo suyo fue amor verdadero
La unión se realizó en la Parroquia de Nuestra Señora de Salette. Todos los presentes asistieron vestidos impecablemente para la ocasión y protegidos por mascarillas para evitar contagios de coronavirus al reunirse.
Adarlele lució un hermoso y entallado vestido blanco de encaje que resaltaba al máximo su belleza; su cabello estaba delicadamente recogido y adornado con una cinta de perlas que la hacían lucir aún más espectacular; portando un bello ramo de flores.
Comenzó su lucha contra el cáncer cuando solo tenía 7 años
Los jóvenes se conocieron charlando a través de las redes sociales. Su historia comenzó cuando ella celebraba su cumpleaños, en mayo de 2020, y de inmediato supieron que eran el uno para el otro.
“Nos fue muy bien desde la primera conversación. Uno empezó a escribir y el otro puso la misma frase. Fue amor a primera vista», dijo Ruan.
Después de largos encuentros por Internet, los jóvenes se conocieron personalmente y confirmaron que lo que sentían era real. Se amaban incondicionalmente, sin importar que ambos debieran mantenerse fuertes contra la enfermedad de la chica.
Toda la familia de Adarlele pudo comprobar su genuino amor y sintieron un gran pesar al ver cerrar los ojos de la joven para siempre, tan solo 10 días después de la boda.
A Ruan le queda el recuerdo de los bellos momentos que pasó junto a su hermosa esposa, así como la compañía del carismático Snow, un perrito al que la joven amaba como a un hijo dado que ella no podía embarazarse a causa de sus fuertes tratamientos.
No cabe duda de que, cuando el amor es verdadero, no conoce de límites y puede enfrentarse a cualquier prueba. Comparte, para honrar la lucha de Adarlele.