Ser longevo, sano y feliz es algo a lo que no estamos acostumbrados en estos tiempos tan agitados y controversiales.
Sin embargo, hay algunos que nos llevan algunas décadas y de quienes tenemos mucho que aprender, Chitetsu Watanabe era un hombre de 112 años de edad, procedente de la ciudad de Joetzu, Niigata, quien recibió su certificación el 12 de febrero del presente año como el hombre más viejo del mundo otorgado por Guinness World Record.
Sus padres fueron Haruzo y Miya Watanabe.
El abuelito recibió su certificación en la casa de ancianos donde vivió los últimos años. Lamentablemente, Chitetsu murió por causas aún no especificadas el 23 de febrero, solo días después de otorgarle el gran título y a pocos días de celebrar su cumpleaños número 113.
El tierno abuelito nació el 05 de marzo de 1907, siendo el mayor de ocho hermanos.
Chitetsu era amante de los dulces.
Chitetsu contrajo matrimonio con Mitsue, con quien tuvo cuatro hijos, todos nacidos en Taiwán, lugar donde también se formó profesionalmente. También prestó sus servicios al ejército al final de la Guerra de Asia y el Pacífico en 1944.
Al culminar la guerra, Chitetsu y su familia viajaron a la ciudad de Niigata, donde tuvieron que superar difíciles pruebas, presentando muchos problemas para encontrar el pan diario y poder alimentar a sus hijos.
En su vejez disfrutaba comer golosinas, flan y deliciosos chou à la crèmes.
Poco después logró trabajar en Dai-Nippon Meiji Sugar en Taiwán ayudando con la plantación de caña de azúcar, hasta que se retiró y se dedicó a realizar otros trabajos artesanales y agrícolas.
En 1974 construyó una nueva casa junto a su hijo Tetsuo, esta tenía grandes hectáreas donde cultivó frutas y verduras, sin darse cuenta Chitetsu se convirtió en un jardinero activo incluso exhibió árboles de Bonsai hasta el 2007 y cuidó de la tierra hasta que tenía 104 años.
Tuvo 12 nietos y 16 bisnietos.
Durante todo este tiempo, Chitetsu vivió con su familia, a la edad de 108 años se mudó al retiro tras sufrir un episodio de gripe. Hace tiempo comentó que el secreto para tener una vida longeva era “no enojarse y sonreír”.
Algo que dejó claro cuando recibió su certificado por Guinness World Record, Chitetsu mostró su entusiasmo regocijado de felicidad y levantando un puño en señal de victoria.
Hasta el último momento Chitetsu siempre se mostró paciente y sonriente.
Pasarán muchos años para conocer historias como las de Chitetsu, deseamos este brillando en el cielo con la misma emoción. Nuestras condolencias a toda la familia en este momento tan doloroso.
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