La cruda realidad que se ha estado viviendo en muchos países del mundo a causa de la pandemia por el COVID-19 no sólo ha dejado miles de muertos y familias destruidas, sino que forma parte de la historia de nuestra humanidad.
Por esa razón, algunos periodistas como Ross Kemp están trabajando por registrar la cara más dura de estos tiempos.
Pero este proyecto no puede verse solamente de modo laboral, pues es inevitable desligarse por completo del dolor y sufrimiento por el que pasan no sólo los pacientes sino el personal de primera línea que lucha por salvar el mayor número de vidas.
Esta semana, el periodista inglés ha anunciado una noticia desgarradora al intentar hacer honor a uno de los hombres que participaron recientemente en un episodio de su documental, durante una cobertura realizada dentro de un hospital de Buckinghamshire en Reino Unido.
Se trata de Paul Breeze, un oficial de policía militar retirado de 63 años que se encontraba en el hospital luchando contra el coronavirus.
“En el último episodio del programa que se emitió hace dos semanas, un hombre muy valiente llamado Paul Breeze, que había sido un militar toda su vida, nos pidió que lo grabáramos para poder mostrarle público cuán cruel es el COVID-19”, anunció Kemp.
En el momento en que Paul asistió al hospital con su camarógrafo, el oficial quiso ser filmado para revelar la crueldad del virus. De este modo lo recordó el periodista.
“Triste. Luchó hasta el final, perdió esa pelea y murió como muchos han muerto. Pero sólo quiero agradecerle enormemente a él por ser tan valiente y permitirnos mostrar el impacto de este horrible virus», escribió
El documental ha recibido diversas críticas, pues muchas personas consideraron innecesario mostrar de ese modo lo que ocurre en los hospitales frente a esta lucha contra el COVID-19 y exponer a los pacientes.
Otra agregó: “Ross, esto realmente no necesita hacerse. Sólo vete a casa”.
Un tercero comentó: “No. Simplemente no. Si tiene equipos de protección individual, está agotando el suministro disponible”.
En defensa de los señalamientos, Ross Kemp argumentó que sólo él y un camarógrafo entraron al hospital para hacer la grabación de media hora y que además el equipo de protección utilizado fue reemplazado.
Joe Harrison, director del Hospital.
El señor Harrison informó que recibió amenazas por permitir que la grabación se realizara pero que sólo había abierto las puertas a los medios para mostrarla realidad sobre lo que ocurre a puerta cerrada.
Este documental ha tenido muchos detractores por lo impactante que pueden resultar sus escenas, así como el riesgo al que se expusieron quienes lo hicieron al entrar en el hospital. Sin embargo, lo cierto es que todo lo que muestra es sólo un peldaño del terror vivido por el coronavirus y el fallecimiento Paul Breeze es clara muestra de este hecho.
Todos deseamos que esto termine pronto y deje de morir tanta gente inocente como este hombre. Comparte esta noticia y eleva una oración al cielo por su eterno descanso.