Entre los hombres más honorables que la Perla Tapatía de Guadalajara había parido, se encontraba Juan Roberto González Pulido, el “Comandante Pulido”, como le llamaban cariñosamente sus compañeros a este noble voluntario de la Cruz Roja de 91 años de edad.
El Comandante Pulido, desafortunadamente perdió la vida cuando fue absurdamente atropellado por un conductor inconsciente mientras intentaba cruzar una calle.
Era un hombre trabajador, padre de familia y buen amigo que se destacó por el don de ayudar a los demás durante 69 años de su vida, siempre al pie del cañón. Un tipo hecho de aquellas maderas de los hombres visionarios y de buen corazón, franco y fuerte como el roble.
El trágico accidente ocurrió en las primeras horas del viernes, entre las calles de San Diego y la calzada Independencia en el centro de la ciudad mexicana, y fueron sus propios colegas paramédicos quienes, al ver la escena, trataron de auxiliarlo.
La imagen del Comandante Pulido cargando cajas durante el sismo del 19 de Septiembre del 2017 le dió la vuelta al mundo
Sin embargo, a pesar de haber sido trasladado a la clínica 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social, ya no había demasiado qué hacer: el golpe recibido en su frágil humanidad, le cegó la vida al ancianito.
“Hicimos todo lo posible por socorrer al Comandante Pulido, pero fue demasiado tarde, murió momentos después”, comentó uno de los compañeros Juan Roberto.
Fue un 14 de abril de 1950 cuando González Pulido ingresó como voluntario a la Cruz Roja, donde participó en las labores de búsqueda y rescate de sobrevivientes tras las explosiones del 22 de abril de 1992, en el sector Reforma de Guadalajara.
Asimismo, el intrépido y abnegado rescatista vivió decenas de huracanes, sismos y accidentes, salvando cientos de vidas, por lo que se ganó el cariño, el respeto y la admiración de todos en la comunidad.