Sonya Harlow era una amorosa madre. Junto a su pareja, Spencer, tenían 10 hijos y algunos provenían de sus matrimonios pasados. Sin embargo, para Sonya todos eran sus hijos y les brindó tanto amor y cuidados como a cualquiera de sus pequeños biológicos.
La dedicada pareja siempre soñó con una enorme familia pero se encontraban ansiosos por dar la bienvenida a la primera niña de la familia. Cuanto Sonya recibió la noticia de que estaba embarazada y que finalmente sería una niña, no podían creerlo.
La familia entera comenzó a prepararse para recibir a la bebé con la que tanto habían soñado. Lamentablemente, durante una visita con el médico descubrieron que sería un embarazo de alto riesgo.
Sonya tuvo que retirarse de su trabajo durante los últimos meses para velar por el bien de su pequeña. Spencer trabajaba día y noche para seguir llevando el sustento a todos sus hijos. Llegó el gran día y la bebé Eliyanah nació completamente sana. Todos pensaron que lo peor había pasado.
“Siempre habíamos rezado por una niña. La bautizamos así porque significa ‘Dios respondió a nuestras plegarias’”, dijo Spencer.
Once días después, la tragedia impactó a la familia Harlow. Spencer se encontraba durmiendo junto a su esposa cuando escuchó un extraño sonido. Sonya parecía encontrarse bajo mucho estrés y de un momento a otro, dejó de respirar.
Llamaron a una ambulancia e intentaron aplicarle reanimación cardiopulmonar, pero ya era demasiado tarde.
“Me acerqué a ella y comprendí que la perdería. Lo intenté todo hasta que llegaron los paramédicos, pero ya había partido de este mundo.”, se lamentó Spencer.
Todavía están esperando los resultados de la autopsia, pero todo parece indicar que Sonya perdió la vida como resultado de algunas complicaciones posparto. Durante su embarazo, el médico le había advertido que su presión arterial estaba subiendo mucho más de lo normal así que debía guardar reposo.
“No sé cómo voy a continuar mi vida sin ella. Era mi mundo. Era la mejor madre y esposa. Nunca conocí a una mujer tan hermosa como ella”, se lamentó Spencer.
Spencer y sus hijos se encuentran con el corazón roto y están reuniendo fondos para poder pagar los gastos del funeral.
“Esto fue tan inesperado. No teníamos seguro ni dinero para lidiar con algo así”, se lamentó el esposo.
Nos unimos a la familia de Spencer en estos momentos tan tristes. Es desgarrador pensar que habían conseguido a la hija que tanto habían esperado y que esa alegría se vio interrumpida por esta inesperada tragedia.
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