Ashanti Smith, perdió la vida el pasado sábado 17 de julio pocos días después de haber celebrado su cumpleaños, aunque se convirtió en mayor de edad, conservaba la inocencia y el corazón de una niña.
Pero su cuerpo, era el de una persona de 144 años porque sufría la rara enfermedad de Benjamin Button, también conocida como síndrome de progeria de Hutchinson- Gilford. Cada vez que cumplía un año más de vida, su cuerpo envejecía 8.
No fue fácil para ella lidiar con las consecuencias de su condición, su madre, Phoebe Louise Smith siempre permaneció a su lado ofreciéndole su amor y apoyo.
Phoebe describió a su hija como brillante y decidida, luchó porque su enfermedad no afectara su espíritu ruidoso y hermoso.
Cuando cumplió sus 18 años salió con su madre por la noche y disfrutó de un cóctel con sus amigas.
“Era una típica adolescente, yo amaba todo sobre ella. Era brillante, era genuina, decía lo que pensaba, era honesta”, dijo la desconsolada madre.
A pesar del dolor por su pérdida, se consuela sabiendo que la vida de Ashanti fue alegre. “La progeria afectó su movilidad, pero no afectó nada más”.
Phoebe resaltó que la enfermedad de su hija no afectó su fuerza de voluntad por salir adelante, su corazón o su autoestima, ella se esforzó para que cada día se sintiera hermosa.
Lamentablemente Phoebe y su esposo Shaine Wickens, tuvieron que despedirse para siempre de su hija.
La madre relató que en sus últimos momentos permanecieron junto a ella con la compañía de Kayleigh Cartwright, una amiga de la familia.
“El día que murió empezó completamente normal. Caminó en el parque, fuimos a KFC, después se sintió un poco enferma”, relató Kayleigh, la amiga de la familia.
Después de comer ella la llevó a casa, Ashanti dijo que quería ver a su madre y se sintió muy mal. Su estado empeoró repentinamente, media hora después, falleció. Murió por causas naturales, falleció debido a una insuficiencia cardíaca grave.
“Ella luchó, pero dijo: ‘Mamá te amo. Tienes que dejarme ir’”, relató ella.
Cuando estaba a punto de partir, Ashanti pronunció unas palabras dedicadas a Phoebe que jamás podrá olvidar:
“Mamá te amo. Tienes que dejarme ir”, dijo la joven a su madre para intentar transmitirle, paz, serenidad y aceptación en un momento tan duro en el que ella debía partir físicamente para siempre.
Phoebe dijo que, a pesar del delicado estado de salud de su hija, procuraban que fuera tratada como cualquier otra joven de su edad.
Ella no podía caminar distancias largas, su cadera estaba fracturada, y se dislocaba, al punto de que tuvo que resignarse a desplazarse así en la medida de sus posibilidades porque no se recuperaba.
También padecía una enfermedad cardíaca, además de artritis de diversos síntomas por el envejecimiento prematuro que padecía.
“Por fuera Ashanti tenía 100 años, pero por dentro era una niña”, dijo una amiga de la familia.
El pasado lunes, la familia de Ashanti le rindió un emotivo homenaje. Phoebe dijo que le hará un funeral especial a su hija que tendrá cuatro caballos blancos, plumas, banderas del Orgullo, y recuerdos de BTS, una banda de K-Pop de la que Ashanti era fan.
Los amigos de Ashanti hacen una campaña de recaudación de fondos para ayudar a la familia a pagar los gastos de su ceremonia de despedida.
Ella no quería que se congregaran a llorar, sino que celebraran y agradecieran por su vida y por haberla conocido.
Sus padres dejarán su habitación intacta, guardarán con cariño todo lo que ella atesoraba.
Es realmente doloroso ver partir a un hijo, esperamos que los padres encuentren consuelo y resignación en este momento tan duro. Compártelo.