El médico George Kay y la enfermera Hannah Ryan trabajan en el Hospital de Barnsley en Yorkshire, estaban grabando un documental cuando el gesto de ambos con una paciente conmovió a todos los presentes.
Recientemente, se transmitió el programa Casualty 24/7 en el Reino Unido, un programa que muestra la realidad que hay en el interior de una sala de urgencias.
Con cada escena demuestran la valiosa labor del personal médico que está siempre presto a atender a los pacientes con el compromiso de darlo todo para preservar su vida. Lo que hizo el doctor Kay y la enfermera Ryan dejó al descubierto su lado más humano y confirmó que son verdaderos héroes.
Mientras atendían a una paciente de 40 años, el doctor se quedó a su lado acompañándola y la enfermera le acarició la mano, había llegado completamente sola a la sala de emergencias, no había ningún familiar suyo en el hospital.
Los presentes se emocionaron con el solidario gesto, y los televidentes comenzaron a reaccionar a través de mensajes en las redes sociales expresando su admiración por el doctor y la enfermera.
“Qué triste que la señora no tuviera a ningún ser querido a su lado, pero al menos ellos la acompañaron”, dijo una de las televidentes.
Cuando la paciente fue traslada al Hospital Barnsley A&E, un paramédico le hizo el RCP, pero no tenía pulso regular. En la ambulancia, su corazón se detuvo por segunda vez.
Inicialmente, el equipo médico pensó que habían logrado revivirla cuando ella comenzó a respirar de nuevo, pero su corazón se volvió a detener. Entonces le realizaron un RCP turnándose y de forma manual.
El personal médico que la atendía alternó entre la reanimación cardiopulmonar y la revisión de su pulso en reiteradas oportunidades. El doctor Kay los supervisaba mientras luchaban por salvar la vida de la mujer.
Después de 30 minutos, la conectaron a una máquina de soporte vital para ayudarla a respirar, los médicos intentaban determinar cuál era la causa del paro cardíaco.
En un caso como este, el tiempo es determinante: “Puedes hacer todas las RCP que quieras para tratar de reanimar ese corazón, pero siempre tienes que pensar cuál es la causa subyacente, porque si no lo tratas no puedes hacer que el corazón se reinicie de nuevo, o si lo haces, no permanecerá latiendo por mucho tiempo”, explicó el doctor Kay.
Los médicos agotaron todas las opciones, lamentablemente, no podrían revertir el estado de la mujer. Así que el doctor Kay y la enfermera Hannah se quedaron acompañándola hasta su último suspiro.
“Como enfermeras, debemos ofrecer todo lo que podamos a nuestros pacientes, y creo que eso es todo lo que me quedaba por darle a esa señora. Quería estar ahí cuando falleciera, por eso me quedé personalmente con ella”.
La paciente no pudo estar acompañada de ningún familiar, se desconoce su identidad y los detalles de su situación.
Los usuarios de las redes coinciden en que la solidaridad del doctor y la enfermera al no dejarla sola en sus últimos momentos fue una acción muy valiosa.
Cuando fue desconectada del soporte vital, Hannah estaba sujetando su mano, la imagen sigue conmoviendo a miles de personas. ¡Compártela!