Luke Bell es un pequeño que se encontraba librando una dura batalla contra el cáncer desde el año pasado. Fue diagnosticado con una extraña forma de cáncer conocida como neuroblastoma y desde entonces debió someterse a sesiones de quimioterapia y una cirugía para eliminar un tumor cercano a su riñón.
Luke recibió el diagnóstico cuando tan solo tenía 7 años de edad.
Para sus padres, Mark y Becky Bell, se trató de algo sumamente devastador. Jamás dejaron de luchar por la salud del pequeño Luke y en enero de este año celebraron que su hijo finalmente había logrado ganar la batalla contra el cáncer.
Lamentablemente, las buenas noticias sólo duraron un par de meses. En abril el cáncer no sólo había regresado sino que se había expandido hacia sus huesos.
“Luke demostró mucha fuerza y energía. Tuvo valor para seguir luchando durante todo este tiempo”.
A pesar de todo, Luke y su familia no estaban dispuestos a rendirse. La única forma que tenían para poder continuar luchando contra el cáncer era un costoso tratamiento de más de 170.000 dólares.
Se trataba de un tratamiento experimental en el Pediatric Cancer Center del Hospital San Joan de Déu de Barcelona, España.
“Nos habían dicho que solo le quedaban semanas de vida. Algunos meses, en el mejor de los casos”.
La familia esperaba que Luke comenzara el tratamiento experimental el 21 de enero pero debían reunir la cantidad de dinero indicada. De los 170.000 dólares sólo habían logrado conseguir 120.000 y como no contaban con mucho tiempo, no paraban de hacer campañas para poder reunir todos los fondos necesarios.
Luke ya había recibido 11 sesiones de quimioterapia que no habían sido exitosas.
La familia de Luke creó una página en Facebook para poder dar a conocer su progreso. Cuando supieron que contaban con muy poco tiempo para poder reunir el dinero del tratamiento e intentar salvar la vida del pequeño, decidieron hacer un llamado especial para pedir fondos y completar los 50.000 dólares restantes.
Según los médicos, el 70% de la médula de Luke estaba compuesta por células cancerígenas.
Lamentablemente, tan solo horas después del desesperado llamado de ayuda de sus padres, el pequeño Luke perdió la vida.
“No podemos describir el dolor de nuestros corazones. Falleció de manera tranquila, en su lugar favorito y rodeado por las personas que más quiso”.
A pesar de que no lograron conseguir el dinero necesario para su tratamiento, los padres de Luke se encuentran sumamente agradecidos por todo el apoyo que recibieron. Ahora quieren utilizar los fondos conseguidos para ayudar a otros niños que se encuentren en la misma condición que su pequeño angelito.
“Esta última batalla ya era demasiado dura. Ayer por la noche nuestro mundo cambió para siempre. Nuestro pequeño superhéroe ya no se encuentra con nosotros”.