Es muy difícil imaginar que un espectador deportivo pueda perder la vida por el simple hecho de estar sentado en una de las gradas.
Nadie podría imaginar que Jennifer Selwood, de 69 años, llegaría al final de su vida tras ser golpeada en la cabeza con una pelota de rugby mientras observaba a su nieto Ellis jugar para Taunton Under 11s.
El lamentable incidente sucedió cuando una pelota pateada por un jugador desde un campo contiguo en el terreno del Taunton Rugby Club, en Somerset, impactó a Jennifer en la cabeza el 12 de enero de este año.
Esta abuela recibió un golpe que le causó la muerte por una lesión cerebral traumática con anemias aplásticas secundarias.
Jennifer tras recibir los primeros auxilios fue trasladada a urgencias del Hospital Southmead de Bristol, donde estuvo en coma durante dos semanas antes de morir el 25 de enero.
La investigación reveló que la causa de la muerte fue una lesión cerebral traumática con anemia aplásica secundaria, lo que dificultaba la coagulación producto de una hemorragia.
Su hija Clare Rossiter, dijo que su madre había dicho que se quedaría «durante otros cinco minutos» justo momentos antes de que la pelota la golpeara.
«La gente se apresuró a ayudar, y los paramédicos dijeron que tenía conmoción cerebral«, añadió Clare.
Clare la estaba esperando cuando salió de la ambulancia en Musgrove y le dijo: «Pensé que estabas viendo rugby, no jugando».
“Después de una hora de ser ingresada nos dijeron que era grave y la llevaron a Southmead. Pasamos dos semanas viajando hasta Bristol sin dejar de rezar para que despertara”, dijo Clare.
Pero, lamentablemente esto nunca sucedió y el viernes 24 de enero recibieron la terrible llamada que cambió sus vidas para siempre.
«Llamaron a la habitación y nos dijeron que lo sentían mucho, pero que este era el final de su vida y que no había nada que pudieran hacer. Fue un completo shock”, dijo la hija de Jennifer.
Jennifer dejó viudo a su esposo Colin, huérfanos a sus hijos Clare y Daniel y sin abuela a cuatro nietos.
“Estamos completamente devastados, simplemente rotos. Realmente la extrañamos, nos dejó un vacío en el alma”, agregó Clare.
Jennifer era la brújula familiar, ahora sin su presencia todos sienten que le arrebataron una madre, una abuela, y una esposa.
“Ella era una gran parte de nuestra vida cotidiana. Ella lo era todo para mi papá. Su vida giraba en torno a la familia. Estaba muy feliz, siempre riéndose de algo, llena de diversión”, dijo su hija.
Esta abuela tenía muchos amigos y siempre estaba ocupada haciendo algo.
“Lo sentimos mucho y dejamos nuestras condolencias a la familia”, dijo John Wrelton, presidente de Taunton RFC.
Esta abuela estaba viendo a su nieto jugar como miles de abuelos lo hacen, y lamentablemente pasó lo que nunca se imaginaron que podía pasar durante un juego.
Comparte esta triste noticia para advertir que en los distintos campos deportivos se tomen las medidas correctivas para evitar que otra familia pase por una experiencia tan trágica como la de Jennifer.