El pasado 19 de febrero perdió la vida un bebé de nueve meses que fue diagnosticado con problemas cardíacos desde su nacimiento. Fue operado para recibir un trasplante de corazón el 18 de noviembre del año pasado en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, España.
Después de la cirugía se mantuvo ingresado en el hospital para que contara con la supervisión médica y el tratamiento necesario para lograr su recuperación.
Durante el proceso, se le administró por vía oral, accidentalmente, un medicamento inmunosupresor habitual para los pacientes que reciben un trasplante de órgano. Por error, el niño recibió una dosis diez veces más alta que la prescrita.
En lugar de administrarle 100 miligramos, le dieron por vía oral un gramo, diez veces más de lo recomendado. Cuando se dieron cuenta de la negligencia, calificada por el personal médico como un error, intentaron revertir los efectos con carbón activado y colestiramina.
Pero no pudieron evitar que la sobredosis le causara una necrosis intestinal, una isquemia, que terminó con su vida dos semanas después.
La denuncia fue presentada por el abogado Carlos Sardinero e impulsada por la Asociación del Defensor del Paciente de Carmen Flores, y el informe pericial fue obtenido por los padres del bebé fallecido.
Un reconocido medio de comunicación español tuvo acceso a la historia clínica del bebé, y alegan que las anotaciones comprueban la vinculación de la sobredosis del medicamento con el fallecimiento del niño.
“A primera hora de la mañana se le administra por error una dosis 10 veces superior a la correspondiente de micofenolato oral. El día 04/02 se administra por error una dosis entera 10 veces superior a la correspondiente”, se lee en el informe.
El 04 de febrero, quince días antes de la muerte del bebé, registraron en el informe: “Los efectos secundarios y descritos por micofenolato son hematológicos, gástricos, intestinales y metabólicos. Plan: vigilar efectos adversos de la sobredosificación de micofenolato”.
“En horas sucesivas a la administración del medicamento presenta un deterioro clínico brusco, con acidosis metabólica y lática importante. Aumento de distención abdominal 24 horas más tarde».
Se le realiza ecografía y TC abdominal y el día 05 de febrero se decide hacer una revisión quirúrgica abdominal ante la sospecha de isquemia o perforación intestinal. Retiran el catéter de diálisis permanente, mantienen al bebé en dieta absoluta con nutrición parental.
Finalmente, los médicos le diagnosticaron isquemia intestinal, una afección conocida también como infarto intestinal, que se produce con la muerte de tejido intestinal por ausencia de sangre en el área. También tenía gastritis aguda, con hemorragia.
Tuvieron que ponerle ventilación mecánica apenas siete horas después de administrarle la dosis del medicamento.
El 16 de febrero le proporcionaron un soporte vasoactivo para ensanchar sus vasos sanguíneos, y tres días después falleció a causa de la isquemia.
La familia del menor llevó el caso a la justicia, están abriendo diligencias Instrucción número 10 de Plaza de Castilla en pasado 19 de julio.
El Hospital Gregorio Marañón y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han declinado las solicitudes de los medios para ofrecer declaraciones sobre el caso que se encuentra bajo secreto de sumario.
Las autoridades del juzgado de Instrucción número 10 de Plaza Castilla investigan el óbito como presunto homicidio imprudente por negligencia profesional. Comparte este caso.