El coronavirus nos sigue dejando saldos de víctimas mortales sin precedentes. Muchas son personas mayores y con enfermedades preexistentes, pero tantos más son precisamente los héroes en primera línea, como el personal médico, que mueren tras resultar infectados sin las seguridades mínimas para sobrevivir.
El médico Frank Gabrin, de 60 años, que trabajaba en Urgencias del Hospital East Orange de Nueva York, murió el pasado 31 de marzo
Falleció en brazos de su pareja, Arnold Vargas, mientras esperaba la ayuda médica, la que él siempre brindó desinteresadamente, pero que triste e injustamente, para él nunca llegó.
Gabrin había estado atendiendo durante las últimas semanas a pacientes que habían dado positivo para Covid-19, pero su pareja denuncia que lamentablente, como sucedió con otro enfermero del Hospital Mount Sinai West, de Nueva York, no contó con la protección necesaria para defenderse del virus mortal.
Los casos de infectados en Nueva York superan los 100.000 y se registran 3.218 fallecidos
Vargas está totalmente destrozado, en diferentes entrevistas a medios locales no encuentra las palabras para expresar su dolor, ni puede hablar más de una frase sin que le invadan las lágrimas.
Cuenta que el día que falleció el doctor Gabrin, tenía mucho dolor en el pecho y problemas respiratorios, tras una semana de presentar síntomas de coronavirus.
Pidieron asistencia a una ambulancia, esperaron más de 30 minutos mientras Gabrin luchaba por respirar, pero nunca llegó. Al ver su estado de gravedad, fueron a Urgencias pero ya era demasiado tarde. Los paramédicos intentaron reanimarlo durante 1 hora, pero no hubo nada que pudieran hacer para salvarlo.
En el camino, Gabrin murió en los brazos de su pareja.
Gabrin continuó atendiendo a los pacientes de coronavirus, a pesar de ser un sobreviviente de cáncer en dos ocasiones distintas, lo que lo convertía en un paciente de alto riesgo.
No le hicieron en su momento una prueba de Covid-19, pese a haber estado tan expuesto. Sin embargo, tenía todos los síntomas habituales, como tos seca y fiebre, por lo que todo apuntó a que habría dado positivo.
«Los síntomas se desarrollaron 9 días después de haber sido forzado a usar la misma máscara para múltiples turnos. Le dijeron que se pusiera en cuarentena. Se despertó esta mañana y no podía respirar. En menos de dos horas se había ido. Nunca llegó a un hospital«, denunció su mejor amigo en Twitter.
«Nunca se quejó de nada, solo quería trabajar y ayudar a la gente», dijo su pareja.
Sus compañeros de trabajo también coinciden en que cuando vio que tenía síntomas se puso muy triste, no por él, sino porque lo único que quería era seguir ayudando.
En una desgarradora entrevista que Vargas concedió al reconocido periodista de CNN, Chris Cuomo, junto a otra amiga cercana de Gabrin, Debra Vaselech Lyons, ella habló de que «su pérdida es una lección sobre la importancia de cuidar al personal en primera línea».
La reacción de la pareja de Gabrin al recordar su partida te parte el alma:
«Tenemos que hacer que algo bueno salga de esto, perdió su vida innecesariamente», dijo Vaselech.
«Sabía que se estaba poniendo en una posición peligrosa, pero él, como otros profesionales médicos, se preparó toda su vida para estar en la primera línea y ayudar a las personas. Lo que no esperaba era estar en primera línea sin el equipo que necesitaba«, agregó. «Es como pedirle a un soldado que vaya a la guerra sin nada de protección».
El caso de Gabrin es apenas un reflejo de la dura realidad a la que se enfrentan cientos de médicos en un país de supuesto primer mundo, pero criticado por su sistema de sanidad. Muchos están teniendo que reutilizar equipos de un solo uso, exponiendo su vida de la peor forma. En otros casos, incluso han tenido que usar bolsas de basura, en lugar de batas.
Cuomo finaliza la entrevista con una reflexión que debería difundirse por el mundo:
«Nadie merece morir así, no podemos mirar esto y decir que hemos hecho lo suficiente, no hemos hecho lo suficiente».
Y le dirige unas palabras de aliento a Vargas: «Cuando pienses en Gabrin, piensa que siempre una sonrisa vendrá a tus labios antes de que las lágrimas inunden tus ojos».
Enviemos un mensaje de aliento para este pobre hombre que ha perdido lo que más amaba en este mundo de la manera más injusta. Levantemos la voz para que ningún otro héroe tenga que morir porque no se le ha dado la protección a la que tenía derecho. ¡Comparte esta noticia!