La supervisión de los menores de edad es un hecho indispensable para eliminar las numerosas tragedias que ocurren día a día en los diferentes hogares.
Ciertamente los padres creen que por tratarse de niños mayores de 10 años ya pueden realizar muchas tareas solos pero debemos recordar que sus cuerpos aun con 10 o 12 años siguen siendo muy frágiles; las caídas y otros accidentes pueden resultar muy peligrosos.
Solo quería planchar su uniforme escolar
Recientemente en Higueras de Abuya, México, un niño de 12 años murió debido a una descarga eléctrica emitida por una plancha que el pequeño intentaba utilizar para alisar su uniforme y prepararse para las clases de secundaria.
La casa donde residía el pequeño estaba ubicada a la orilla de la carretera México 15. Aproximadamente a las 7:30 am las autoridades fueron alertadas sobre este trágico accidente.
El nombre del pequeño era Liam y, según la información obtenida, se encontraba preparándose para asistir a la secundaria Adolfo López Mateos, cuando uno de los contactos eléctricos falló. El pequeño estaba conectando la plancha a la toma de corriente cuando recibió una descarga eléctrica que provocaría su fallecimiento.
Además de ello la plancha comenzó a quemar la ropa, iniciando un incendio que rápidamente fue atendido por vecinos y familiares del fallecido; fue así como encontraron el cuerpo del joven Liam.
Quienes pudieron acceder a la información de la Fiscalía comentaron que el niño murió por asfixia y no por las quemaduras de la descarga eléctrica y esto ocurrió cuando se disponía a conectar el electrodoméstico a la toma de corriente.
“No puedo imaginar lo que deben estar sintiendo los familiares de ese niño, qué gran tristeza, era aun muy pequeño y aunque podía hacer algunas tareas solo, una descarga eléctrica semejante no podía ser resistida por su cuerpecito, mis condolencias para sus familiares”, comentó una internauta.
Durante el momento del accidente, la mamá de Liam se encontraba ejercitándose, al arribar a la casa notó que los vecinos apagaban el incendio e intentaban rescatar al niño. Al verlo la madre de Liam lo abrazó y lloró desconsolada.
El joven Liam no era un niño pequeño, ya se preparaba para asistir a la secundaria, sin embargo con 12 años puede no ser capaz de reconocer una situación de peligro.
Aunque algunos puedan pensar que estos accidentes tienen que ver con la suerte, otros mantienen la opinión de que un pequeño de apenas 12 años aun no está preparado para ser dejado sin supervisión en el hogar. Especialmente porque en caso de un accidente ellos no podrán encontrar una solución sin la ayuda de adultos.
Comparte esta historia con amigos y familiares, hagamos saber a todos que la supervisión de menores de edad no es descartable, podemos enseñarles pero mientras sean niños es necesario supervisarlos.