Cuando nace un hijo con una enfermedad grave, los padres deben hacer acopio de fuerza y mucho amor para que sus días sean lo más hermosos y dignos posible. Así lo hizo una familia inglesa y afortunadamente la vida les permitió que la llegada al mundo de un nuevo miembro, regalara felicidad a quien iba eternamente de partida.
La valiente Darcy
Kristian D’Rosario un cartero de 30 años, y Emily Nixon de 25 formaban una familia junto a su hija Darcy de seis años. Vivían en Malton, Yorkshire del Norte en Inglaterra.
La pequeña nació con una extraña enfermedad, asociación de Vacterl, una patología que afecta gran parte de los sistemas del cuerpo humano.
Al nacer se le detectó un soplo cardíaco, complicaciones intestinales y no tenía un hueso en el antebrazo y en su dedo pulgar. Darcy fue sometida a veinte intervenciones, y cinco cirugías a corazón abierto.
Siempre mostró valentía y ganas de vivir, los padres estuvieron a su lado dándole mucho amor.
Darcy era una niña feliz y sonriente a pesar de su enfermedad, sus padres siempre le ofrecieron su cariño y esperanza
Pero como dice cierto adagio, “Dios escribe recto en líneas torcidas”, Emily estaba embarazada y esperaba una segunda niña.
La pequeña Beatrice nació prematura, pesaba poco más de dos kilogramos y medio. Un regalo para que las dos hermanitas pudieran conocerse antes de la inexorable partida de Darcy.
Emily pasó dos días en el hospital de York con Beatrice, así que Darcy pudo disfrutarla en casasolo un día, pero la felicidad y el orgullo de tenerla era indescriptible.
“Darcy la protegió mucho. Quería ser la única que la cuidara”, dijo Kristian.
Darcy y Beatrice unidas por el hermoso lazo consanguíneo de la hermandad
Pero, Darcy sufrió un ataque cardíaco cuando se preparaba para ir al colegio y fue llevada al hospital. La madre se retiró hacia atrás para que los médicos pudieran hacer bien su trabajo, la niña la buscaba con la mirada, siempre estuvo consciente.
“¿Dónde está mi mamá?, pregunto la agonizante Darcy.
Miraba a su madre a los ojos, no quería irse sin verla. Cuando murió, la pequeña Beatrice estaba en la habitación del hospital.
«Lo más devastador es que Darcy no pudo pasar suficiente tiempo con Bea, porque eso era lo que más le entusiasmaba», dijo la madre.
Las hermanas solo pudieron compartir cinco días antes de que Darcy muriera.
Pero después de su muerte en el hospital, un hospicio de niños en Wetherby se ofreció para tenerla por cinco días más y así podrían compartir más con ella.
“Cuando el hospicio mencionó llevarla allí, no estaba segura de poder sentarme con ella durante cinco días, no pensé que sería capaz de hacerlo, pero tan pronto como entramos en el hospicio, me sentí muy tranquila”, expresó la madre.
La familia estuvo cerca del cuerpo de su hija, en una habitación con las condiciones ambientales apropiadas.
Tomaron fotos, e hicieron muchas cosas con los moldes de sus manos y pies. Querían tener suficientes recuerdos que mostrar a Beatrice cuando estuviera grande.
“La casa está llena de fotos y parece que hay una conexión entre ellas. Si pones una foto de Darcy delante de Bea, sonríe como si supiera quién es”, aseguró la ferviente madre.
A pesar del dolor inmenso que sienten, deben seguir adelante con el recuerdo de la hermosa criatura que fue su hija.
Han creado una página de Facebook para vender ropa con el nombre de Darcy, llamada Love Darcy Clothing, para recaudar fondos, pero sobretodo para mantener la memoria de su ángel por siempre.
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