Australia atraviesa una de las mayores crisis de incendios forestales en su historia y que se ha visto en el mundo. A pesar de que las lluvias cayeron sobre su territorio como una fuente de alivio, no fue suficiente y los peores temores de los expertos han empezado a cumplirse.
La catástrofe de fuegos sin control ha dejado a su paso más de 1.000 millones de animales, 33 personas sin vida, y 10 millones de hectáreas calcinadas.
Ahora el mundo llora la partida de 3 bomberos más que se suman a la cifra total de 7 bomberos fallecidos. Los héroes de origen estadounidense han muerto dando su vida en su lucha contra el fuego.
Los hechos han sido difundidos esta tarde por los medios locales, después de que se estrellara el avión cisterna que operaba para combatir un incendio en la zona de Snowy Monaro, en el sur del estado, según informó el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur (RFS, por sus siglas en inglés).
El siniestro no ha dejado sobrevivientes
Shane Fitzsimmons, portavoz del RFS ha reportado que se hacían «actividades rutinarias» de descarga de agua, pero el avión cisterna sufrió «un fuerte impacto contra el suelo» produciéndose una gran bola de fuego.
El C-130 Hércules explotó al impactar cerca de Peak View, al noreste de Cooma, en Nueva Gales del Sur, después de perder contacto con el suelo alrededor de las 13:45.
«Nuestros corazones están con todos los que están sufriendo con la pérdida de estos tres nobles y respetados tripulantes, quienes han invertido décadas de su vida en la lucha contra los incendios», dijo Fitzsimmons.
Los familiares de las víctimas lloran la trágica partida de estos valientes héroes
El avión cisterna pertenecía a la empresa estadounidense Coulson Aviation.
Por su parte, el RFS desconoce las causas del accidente y se ha abierto una investigación al respecto. Así lo dio a conocer en Twitter: