Nadie está blindado contra el COVID-19. El riesgo cero no existe. Nos hemos centrado tanto en proteger a los grupos vulnerables que se nos olvida que es una enfermedad inescrupulosa, y lo que antes era improbable, hoy en día es un hecho trágico que va en aumento.
Cada día personas de más corta edad han sucumbido a los estragos del coronavirus, y las víctimas más jóvenes y sanas se han presentado en Europa, después de haberse convertido en el segundo territorio epicentro principal del brote de la pandemia.
Son la excepción que confirma la regla y, cuantos más casos haya, más excepciones a la regla habrán.
Vitor Godinho, de Ovar, una localidad cercana al sur de Oporto, Portugal, murió en las primeras horas de la mañana del domingo mientras era trasladado de urgencia al Hospital Sao Sebastiao en Santa Maria da Feira.
Tenía 14 años, era futbolista y sufría de psoriasis, una inflamación de la piel que no presentaba problemas mayores.
Antes de él, la joven estudiante francesa de 16 años, Julie Alliot, se despidió en la cama de un hospital en París, el miércoles. Tampoco tenía patología alguna, pero siete días con una pequeña tos inesperada fueron suficientes para acabar con su vida.
Vitor Godinho sonriendo a la cámara
En el caso de Oporto, se dice que los médicos decidieron no transferir al niño a un hospital con una unidad pediátrica debido a la gravedad de su condición, por lo que no tuvo tiempo de sobrevivir.
“En este momento de profundo dolor para sus seres queridos, también estoy enviando palabras de consuelo a la familia del fútbol en la región de Aveiro que comparte con nosotros la desaparición de un talento tan precoz”, escribió la Federación Portuguesa de Fútbol donde jugó Vitor.
Pero, como si esto no fuese suficiente, una niña Belga de 12 años ha sobrepasado el límite del jovencito portugués, pasando a engrosar las víctimas fatales por la terrible enfermedad que nos recuerda con amargura que, a todas las edades, desde los 10 años en adelante se pueden desarrollar complicaciones.
“Es una eventualidad muy rara, pero que nos conmociona”, declaró en rueda de prensa el virólogo y portavoz del equipo belga contra el coronavirus, Emmanuel André, que no ofreció más datos sobre la menor.
Julie Alliot la joven francesa sonriendo llena de vida
Por su parte, el director del comité científico, Steven Gucht, aseguró que el deceso en personas adolescentes no es la regla. Por ello advirtió la importancia de investigar a fondo cada uno de los casos en particular.
Más de 12.700 jóvenes tienen un diagnóstico positivo por COVID-19 en el país. En el Reino Unido, la víctima sana más joven es Chloe Middleton, de 21 años, de High Wycombe, Buckinghamshire, quien murió a principios de esta semana y otro más joven, de 18 años, también sucumbió al virus, pero tenían patologías subyacentes.
La verdad sea dicha: si se infecta mucha gente, aunque tengas baja probabilidad, es como el gordo de la lotería; le toca a alguien. Aún estamos conociendo de cerca el flagelo, así que todavía no sabemos bien los factores de riesgo asociados a él.
Eso sí, tenemos clarísimo que la edad es uno muy importante, así como la fragilidad de una persona, pero, es relativo, ya que depende de muchos factores.
Hasta ahora hemos observado muy pocos casos fatales entre menores de edad, pero, a partir de los 25 o 30 años se agrava, y sin que se dé forzosamente una patología grave subyacente. Las razones no se conocen, pero grupos poblacionales concretos pueden estar detrás de la afección.
Seguirán los estudios y las investigaciones respecto al coronavirus, pero aún es pronto para sacar conclusiones. Comparte esta lamentable noticia.