El enemigo público de los humanos este 2020 ha sido sin duda el COVID-19, cuya capacidad de infección es tan alta que representa un gran peligro para todos aún en estas fechas decembrinas. Para algunas familias la pandemia continua causando estragos y sus celebraciones se han empañado por la repentina partida de sus seres queridos.
De este modo les ha sucedido a los amigos y familiares de Paul Blackwell y Rose Mary Blackwell, una pareja de Texas que murió hace algunas semanas a causa del coronavirus.
Paul de 61 años y Rose de 65 fallecieron el 13 de diciembre en el Harris Methodist Hospital en Fort Worth y antes de irse compartieron el que fuera su último abrazo.
Los esposos eran educadores, él trabajó durante 5 años como profesor de educación física en escuela secundaria Fannin. Mientras que Rose llevaba 20 años de servicio como maestra en la Travis World Language Academy.
Harris Methodist Hospital en Fort Worth.
Según comentó su hijo Paul, los sexagenarios habían sido ingresados en el hospital por síntomas asociados al COVID-19 y en poco tiempo necesitaron un respirador para mantenerlos con vida.
La situación de ambos se agravó considerablemente y los médicos se vieron en la penosa obligación de informar a los familiares que la señora y el señor Blackwell no sobrevivirían. En ese momento los cinco hijos de la pareja decidieron hacer algo desgarrador, pero que los dejaría irse en paz.
Antes de desconectarlos, las enfermeras les permitieron unir sus camas para que compartieran juntos ese último momento en este mundo antes de desconectarlos del respirador. Pocos minutos después de unirlos, los esposos fallecieron.
“Dos de mis otros hermanos están en la habitación del hospital y llevaron a mi madrastra a la habitación con mi padre y, al mismo tiempo, los sacaron a ambos del ventilador. Los tenían tomados de la mano y ambos se fueron en un par de minutos. Nunca había visto algo así antes y es difícil incluso expresarlo con palabras », dijo Christopher.
Christopher Blackwell.
La familia desconoce el modo en que la pareja pudo haberse contagiado, pero habrían trabajado hasta el último momento antes de ingresar al hospital. Ahora los cinco hijos de Paul y Rose, así como sus 20 nietos deben aprender a lidiar con el dolor de la ausencia en estas fechas tan importantes para todos.
Pero no sólo la familia se encuentra en duelo por esta pérdida, la pareja era muy querida por muchos de sus alumnos y compañeros de trabajo.
“Muchos extrañarán mucho a Rose Mary y Paul. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia, amigos, compañeros de trabajo y estudiantes, tanto actuales como anteriores”, dijo el distrito escolar de Grand Prairie en un comunicado.
En este fin de año sentarse a la mesa y ver a todos tus seres queridos a tu lado es una verdadera bendición de la cual estos jóvenes no podrán disfrutar. Los Blackwell deberán seguir adelante con la certeza de que en el cielo tienes a sus padres, pero no quieren que su historia pase desapercibida. Para ellos es importante que en estas fechas la gente no deje de cuidarse.
No bajes la guardia, cuídate y cuida a tus seres amados en estas festividades. Comparte la noticia y recuerda que prevenir es un compromiso de todos.