El divorcio puede ser un trago difícil de digerir para muchos, pero el caso de una mujer que a sus 42 años decidió hacer una transformación total está sorprendiendo al mundo.
Después de casi dos décadas de completa entrega hacia su marido, Emma Sheppard piensa que su fracaso matrimonial fue lo mejor que pudo haberle pasado.
Después de ver su vida perdida, esta mujer logró levantarse y su historia se hizo viral
Un giro de 180 grados dio el mundo de Emma después de darse cuenta que su vida no podía terminarse con la firma de un acta de divorcio. La residente de Blackpool decidió dejar atrás no solo a su exmarido, sino todas sus preocupaciones.
Después de divorciarse era la hora de comenzar a pensar en ella, fue por ese motivo que vació su cocina y nevera de todos los alimentos procesados. Emma comenzó a ir al gimnasio y tomó hábitos mucho más saludables.
Cuando Emma vio que su apariencia comenzaba a mejorar y se sintió a gusto con lo que veía frente al espejo, decidió dar otros pasos más para ganar seguridad. La madre de dos invirtió algo de dinero en ropa que se ajustara a su nueva figura, así como en maquillaje.
La mujer estaba lista para recuperar su salud pero también su espíritu
Pero, para esta mujer la transformación y belleza no es externa, sino que ha brotado desde su interior.
“Estoy tan feliz ahora que he cambiado totalmente mi vida. Me siento increíble y es como si la belleza viniera de adentro. Es como caminar entre las nubes”, comentó la asistente social.
Aunque sus hijos son el mayor tesoro de su vida, Emma reconoce lo descuidada que se encontraba antes del divorcio. Y es que, para ese momento sus prioridades siempre fueron otras.
“Antes siempre trabajaba duro y me preocupaba por todos los demás. Pero, un día después de que nos separamos, me di cuenta de que era mi turno”, expresó la entusiasta mujer.
Cuando Emma se casó en el 2000, pensó que su matrimonio duraría para toda la vida pero después de 18 años la relación se resquebrajó hasta divorciarse en octubre de 2021.
“Me casé de por vida. Era él, las chicas y el trabajo. Sentí que lo tenía todo resuelto. Fue realmente malo después de que se fue, realmente me quebré. Me sentí inútil, estaba teniendo ataques de pánico”, admitió.
Para sobreponerse del bajón emocional provocado por la ruptura, la mujer comenzó a acudir al gimnasio sin pensar que tras esa actividad física y los cambios que obtendría comenzaría a retomar su vida.
Entre sus ataques, Emma reflexionó lo valiosa que era y decidió cambiar de guardarropas, agregarle un color rojo a sus labios y lo más importante: dejó de fumar paulatinamente. De veinte cigarrillos diarios, la cantidad se redujo a solo cuatro.
Además de esas transformaciones, el ánimo y la seguridad que había ganado la impulsaron a incursionar en aplicaciones como Tinder. En ese sitio de citas, Emma ha conquistado a algunos admiradores y, pese a que aún no tiene pareja, se siente halagada por el coqueteo de los hombres.
Después de llorar a su marido, esta mujer cambió la cara triste por una sonrisa y una apariencia rejuvenecida. Lo mejor de todo es que para ella es solo el abreboca de la vida que le espera:
‘Ahora solo sonrío todo el tiempo. Y esto es sólo el principio’, dice.
Cuántas personas piensan en el divorcio como el final de sus vidas, pero no hay nada más alejado de la realidad que esa creencia. Por eso la historia de esta mujer debería levantar en muchos el autoestima e impulsarlos a salir adelante.