Esta madre con siete meses de embarazo esperaba con emoción el nacimiento de su segunda hija, una bebé llamada Ángel. Estuvo varios días ocupada ordenando el dormitorio, preparando la ropa, juguetes y lo necesario para su llegada.
Sin embargo, la repentina picadura de una araña venenosa justo en el vientre, sobre el lugar donde crecía su bebé por nacer, lo trasformó en una angustiosa experiencia.
Sucedió mientras dormía. Kendall vive en Tulsa, ciudad de Oklahoma, Estados Unidos, se despertó sintiendo un dolor agudo en el estómago. Cuando quiso saber qué le sucedía, vio a la enorme araña en la cama que rápidamente logró ahuyentar, pero era demasiado tarde.
Temiendo por su embarazo y la salud del bebé, capturó la araña e inmediatamente fue al hospital. Las cosas tomaron un giro aterrador, allí le informaron que no era una mordedura de araña común, sino una de las más venenosas del país: la araña reclusa parda.
Solo algunos tipos de arañas tienen colmillos lo suficientemente largos como para penetrar la piel de una persona e inyectar una cantidad de veneno que cause un daño grave. En los Estados Unidos las arañas con estas características son la viuda negra y la reclusa parda.
Su caso era grave, el dolor solo empeoró y se volvió insoportable, la herida se agrandaba en su vientre convirtiéndose en una llaga abierta y profunda. ¡Le destruyó la piel!
“A medida que pasaban los días, comenzó a arder y arder, la herida comenzaba a extenderse «, dijo Kendall.
Aunque los médicos pudieron tratar la infección con antibióticos para evitar que siguiera extendiéndose y mantener seguro a su bebé, no podían hacer más nada para reparar el tejido destruido, el riesgo era alto y debían esperar hasta que diera a luz.
Cuatro semanas después, Kendall aún se estaba recuperando de la mordida.
“El agujero me succionó el estómago, como si un caballo me pateara, la piel de la cicatriz es muy gruesa”, dijo
Aunque podría haber terminado horriblemente, afortunadamente no fue así. Muchos pensaron que tendría complicaciones en el embarazo, pero tan pronto como Kendall sostuvo a su bebé, dio un suspiro de alivio. Dio a luz a una niña saludable.
La herida fue tan grave que dejó un agujero gigante. Tuvieron que reconstruir su piel con una cirugía, fue sometida a una abdominoplastia, para eliminar el exceso de tejido cicatricial.
La experiencia fue tan aterradora que Kendall se dio cuenta de que las estrías no parecían tan malas en comparación con la picadura de la araña.
Los expertos dijeron que el clima templado en el vecindario de Kendall favoreció que los insectos se reprodujeran antes de lo normal, lo que resultó en un aumento de la población de arañas y garrapatas, que fue precisamente lo que notó la familia cerca del arroyo detrás de su casa. La araña generalmente pica cuando esta accidentalmente atrapada contra algo.
Entre las precauciones que se puede tener en cuenta para evitar las picaduras, está asegurarse de no poner la cama contra la pared ni guardar objetos debajo, y tratar de que las colchas no toquen la superficie del piso.
También hay que tener cuidado al manipular objetos archivados y asear lugares estrechos de la casa, cobertizos, garajes, sótanos, áticos.
Se recomienda inspeccionar y sacudir los guantes, botas y ropa de jardinería que no se hayan usado en mucho tiempo. Es aconsejable usar camisas manga larga, gorra, pantalones largos metidos en las medias, guantes. Así como usar repelentes de insectos, sobre la ropa y el calzado.
Además, se aconseja evitar colocar pilas de rocas o leña en el área que rodea la casa, sellar grietas por donde puedan entrar. Si experimentas dolor y otras reacciones al sufrir una picadura acude al servicio de atención médica.
No dejes de ayudar a otros compartiendo esta valiosa información para evitar que otras personas pasen por esta horrible experiencia.