Cada persona es libre de tomar sus propias decisiones, siempre y cuando no afecte a terceros. En función de eso planificar lo cuales será los pasos a seguir para lograr sus metas y recorrer su propio camino.
La mujer más tatuada de Europa, Lidia Reyes, tiene 32 años, es madre de 2 hijas y sabe lo que quiere y hacia a donde quiere ir.
Ella ha expuesto en su canal de YouTube las razones que la llevaron a iniciar un tratamiento con Laser para quitar el 95% de los tatuajes de su cara cuando está a muy poco de convertirse en la mujer más tatuada del mundo y obtener el récord Guinness. Sus seguidores se han sorprendido ante esta decisión, pero han manifestado su apoyo.
“Me estoy quitando los tatuajes de la cara porque me he cansado, no porque no me gusten o me vea fea” comenta Lidia.
“A mí me encantan los tatuajes de la cara, por eso me los hice”.
Sin embargo, extraña un poco su rostro de antes, está cansada de verse tan llena. “No me los voy a quitar todos, me voy a quitar el 95% de los tatuajes de la cara y luego me haré alguno nuevo incluso, pero me he cansado de verme tan llena”.
Para esta mujer el quitarse los tatuajes de su rostro no implica ninguna contradicción. Cada uno de sus tatuajes tiene un significado especial y de mucho valor.
Lidia comenta que los tatuajes que elimine de su rostro se los hará en otra parte del cuerpo. Esto genera tranquilidad y confianza a sus fans.
Este tratamiento es minucioso y el trabajo de profesionales y especialistas. Recomienda ampliamente el centro donde se está realizando el tratamiento, ubicado en Sant Boi de Llobregat.
Es un proceso doloroso y costoso. Comparar el dolor de este proceso con la realización de un tatuaje va a depender del lugar donde se realice el tatuaje.
“Duele, como si te estuvieran dando latigazos con una goma en la cara, así es el dolor que se siente. Pero soy la menos indicada para hablar porque tengo un nivel de aguante del dolor muy alto” comenta Lidia.
Para esta mujer el tatuaje es una forma de vida que requiere muchas veces una inversión considerable, que puede cubrir gracias a las colaboraciones de tatuadores que dibujan sobre su piel y a cambio de sus honorarios profesionales, ella publicita sus trabajos en las redes sociales como Instagram.
“No soy millonaria, soy pensionista”, dice Lidia. Para costearse todas las sesiones que requiere la eliminación de los tatuajes durante el tiempo necesario lo está haciendo por intercambio publicitario.
En su video manifiesta estar muy contenta. Describe los efectos que ha tenido las sesiones confirmando que la nariz estaba completamente negra y ya está muy difuminada. Es un proceso que requiere paciencia, tiempo y mucho cuidado de la piel. En verano se verá obligada a tomar un receso por el sol.
Ante la inquietud de algunas de sus fans sobre el color de sus ojos, aclara que no es porque «ha fumado».
Sus ojos están tatuados con una técnica muy delicada que se logra por una inyección de tinta. Este es un tatuaje irreversible.
Ella sueña con ver la piel de su rostro como se lo ha propuesto, ha demostrado su constancia, fortaleza y compromiso para cumplir sus decisiones.
Comparte con tus amigos y familiares la historia de esta mujer que ha asumido un estilo de vida que la ha llevado a la fama.