Los avances de la ciencia cada vez nos sorprenden para bien, gracias a ellos se han encontrado la cura a muchas enfermedades y muchas de ellas pueden ser sobrellevadas de una mejor manera. Sin embargo, pocas veces sucede que gracias a la alteración en el organismo de una paciente se llegue a la verdadera panacea.
Es lo que ha sucedido en Escocia tras descubrir una extraña alteración genética en una mujer de 71 años.
Jo Cameron no puede sentir nada de dolor, ansiedad o miedo.
Los médicos de la University College London (UCL) han revelado que Jo puede tener un proceso de curación de cualquier herida mucho más rápido que el normal.
Los estudios revelan que la maestra jubilada tiene una mutación genética que la hace inmune a todo tipo de dolor.
Ha pasado por fracturas, partos, quemaduras y cortes y nunca necesitó nada para aliviar su dolor.
En estos episodios, sólo el olor a carne quemada fue lo que le alertó de que algo le pasaba.
La mutación de Cameron se descubrió cuando tenía 66 años, después de que se sometió a una cirugía en la mano y no se quejó de dolor durante el postoperatorio.
La British Journal of Anesthesia revela que los investigadores han logrado identificar dos mutaciones genéticas en el ADN de Cameron.
La primera mutación se relaciona con un gen llamado FAAHm, que es el encargado de producir una enzima que descompone la anandamida, una sustancia química en el cuerpo que es fundamental para la sensación de dolor, el estado de ánimo y la memoria.
La segunda mutación ha sido denominada FAAH-OUT porque desactiva al primer gen. El resultado es que la anandamida, un cannabinoide natural, se acumula en el sistema.
Pero la insensibilidad al dolor no es lo único que le sucede a Jo, ella tampoco tiene preocupaciones, ni se asusta.
Cuenta que durante un accidente, ella se bajó del auto para socorrer a otra víctima, sólo para después darse cuenta que ella estaba golpeada.
Esta condición la predispone a ser una mujer feliz y a olvidarse de las cosas.
«Sabía que era una persona feliz y despreocupada, pero no me di cuenta de que era diferente. Pensé que era sólo yo. No sabía que algo extraño estaba sucediendo», contó Cameron.
Un problema de cadera que sobrellevó durante por varios años, sin percatarse porque no sentía dolor, llevó a los médicos a realizarle otros estudios.
Sin embargo, James Cox, uno de los autores del estudio, advirtió que padecer este tipo de mutaciones lleva consigo un riesgo de salud muy alto.