Una mujer presume orgullosa su humilde casa hecha de láminas con mucho esfuerzo

“Está hecha de laminitas, pero es mía”, fue la frase expresada por una mujer humilde al referirse a su pequeña casa. Este personaje afable apareció diciendo estas palabras en un vídeo publicado en todas las plataformas digitales, y que se robó el corazón de miles de usuarios en todo el mundo.

Ana Laura está orgullosa de su humilde casa hecha de láminas fruto de su esfuerzo y dedicación.

Y es que, en muchos países de Latinoamérica, resulta toda una proeza lograr tener un techo propio. Es necesario partirse el lomo trabajando, y a veces, ni siquiera así se puede.

Sin embargo, no es el caso de esta mujer incansable llamada Ana Laura Miraflores, mismo que inspiró a muchos. La mujer, quien reside en Ayotzingo, en el estado de México, aparece en el vídeo mostrándose orgullosa ante su nueva casa.

La misma está hecha de laminitas, pero también de sangre, de sudor y de lágrimas.

Posteriormente, Ana Laura mostró la cocina, las habitaciones y la sala de su flamante residencia. También aprovechó para mencionar durante el recorrido lo duro que fue construir, acomodar y decorarlo todo. No obstante, quedó sumamente satisfecha y feliz con el resultado final. Realmente le encantó.

Ana Laura es la encarnación de la humildad, la nobleza, el valor y la entereza que se requieren para superar las adversidades. En la serie de imágenes, se van mostrando las diferentes etapas de la construcción de su nuevo hogar. Hoy en día, la perseverante dama se ha convertido en la reina de su propio palacio.

Luego de la publicación de este ejemplar vídeo que nos llena de satisfacción, hecha por parte de Ana Laura Miraflores (@lauramirafloress58), fueron miles de pulgares los que se alzaron. Todos ellos felicitaron su gran logro.

“Ana Laura es un verdadero ejemplo de tenacidad y de amor por su familia. No todos tiene el coraje de sobreponerse por sí misma al problema de la falta de vivienda”, comentó un internauta.

La verdad es que se trata de escenas que inspiran e inyectan voluntad de hacer las cosas y alcanzar los sueños. Laura logró cautivar los corazones de más de 100 mil personas, quienes reaccionaron felices y llenos de admiración por el trabajo que significa tener una casa, por muy modesta que esta sea.

Tal y como ella misma agrega en su filmación, no existen hogares feos, ni pobres, ni oscuros, si se construyen con amor y dedicación. Todas las casas son producto del esfuerzo y de la unión familiar.

«Esta es mi casa. Para que vean que no hay casa fea… Todo es de laminita, pero no importa porque es mía, de mi esposo y de mis hijos, y de quien guste venir a visitarnos», se escucha decir a Laura.

Tener la posibilidad de construir un hogar con sus propias manos es, sin duda alguna, una gran satisfacción para cualquiera. Existe el tipo de personas quienes apuntan a tener una casa lujosa y a la que no le falte nada.

Sin embargo, por otra parte, también están aquellos quienes, como Ana Laura, son un poco más humildes y se conforman con algo mucho más sencillo, pero que al fin y al cabo es algo suyo, labrado con mucho esfuerzo.

La historia de Ana Laura Miraflores nos deja un buen sabor de boca. Es toda una luchadora, quien nos lega una gran lección. Nunca debemos despreciar lo que somos, ni permitirnos por algún motivo llegar al punto de autosubestimarnos.

Con valentía, todos somos capaces de lograr todo aquello que nos propongamos.

Más bien, tan solo por el simple hecho de existir, deberíamos sentirnos orgullosos de nosotros mismos. Todos somos capaces de encontrar en cada acto que realicemos, desde el más simple hasta el más osado, la felicidad que merecemos y compartirla con nuestros seres más amados y queridos.