Vivir en una casa con un gran jardín de fácil acceso puede tener muchas ventajas. Si tienes niños y perros pueden pasar largos ratos disfrutando del área verde y a la vez los puedes vigilar desde el interior de tu domicilio.
Pero cuando de recibir correo se trata, justamente tener un patio al que se puede acceder con facilidad, puede ser un problema, especialmente si en el momento en que llega un paquete, no estás en casa. Básicamente porque el cartero lo dejará ahí y se marchará.
Hasta ahí, no tendría por qué haber mayor problema, pero ¿qué tal si los vecinos no son tan de confiar y precisamente en ese momento en que estabas ausente y llegó tu paquete, pasó otro más astuto? Entonces lo que sucederá es que tendrás que despedirte de tu envío para siempre.
Es lo que le sucedió a una familia de Stockton, California, quienes justamente cuando estaba previsto que llegara un pedido de Amazon, no estuvo ningún miembro presente en el domicilio.
Como era de esperarse, el hombre que llevó el paquete lo dejó en el patio, pero cuando la familia regresó, ¡oh sorpresa!, no había rastro del mismo, ¡una mujer se lo había robado!
Pero como en esta vida todavía existe justicia, y a veces hay ángeles que caen del cielo, un buen vecino, llamado Mark Dueñas, fue testigo del aparatoso momento en que la mujer se hacía con el paquete y huía en una bicicleta, a pesar de que era de un tamaño considerable.
El buen vecino andaba en su auto, por lo que le fue fácil perseguir a la mujer y advertirle de lo que estaba haciendo. Sin embargo, pensó que lo mejor sería simplemente seguirla por un buen rato, hasta después sorprenderla.
“¡Te atrapé, acabas de robar eso!”, le gritó Mark a todo pulmón, en media persecusión.
El hombre esperaba que la mujer al ser sorprendida de ese modo, reconociera su error y devolviera lo que no le pertenecía. Pero al contrario, encontró a una ladrona enfurecida:
“No es tuyo, es mío”, dijo la descarada mujer.
“No, no es tuyo. ¡Lo acabas de sacar del patio de mi vecino!”, le gritó nuevamente el vecino indignado.
Por su parte, Mark no podía creer que la mujer negara el robo en sus narices, cuando sabía perfectamente que fue vista en pleno acto. Pero si algo quedaba claro era que la mujer no estaba dispuesta a soltar el apetecido paquete, que además aseguraba era suyo.
Así que a Mark no le quedó otra opción que grabar toda la evidencia posible para poder usarla en el caso de que la mujer definitivamente no lo regrese, y si fuera necesario, denunciarla a la policía.
El buen vecino sólo quería que ella se diera cuenta, «No es algo que puedas hacer a plena luz del día cuando alguien te está viendo», dijo.
Finalmente la mujer enfurecida aún, dejó caer la caja y empezó a atacar a Mark. Ella alegaba que no le era permitido al hombre grabarla sin su autorización, así que el buen hombre tuvo que acelerar, sin poder recuperar la caja. Pero por lo menos se había quedado con su cara.
Al parecer, no es la primera vez que suceden este tipo de incidentes. En los Estados Unidos, son muchos los vecinos que se quejan de envíos que llegan a sus domicilios y son robados por sus propios supuestos amigos del vecindario.
No sabemos qué pasó con la mujer y si el hombre la llegó a denunciarla, pero en todo caso es una situación que nos sirve para estar más alerta. Conviene estar en casa, si no quieres despedirte para siempre de lo que pidas por correo.
¡Comparte este curioso suceso con tus a amigos! ¿Qué habrías hecho tú en el lugar de este buen vecino?