Hay momentos en la vida que se nos quedan grabados en el fondo del corazón para siempre, pero hay situaciones que increíblemente por más dolorosas e impactantes que parezcan, para unos pueden pasar totalmente desapercibidas mientras que otros simplemente no son capaces de hacerse la vista gorda y deciden actuar. ¡Esos héroes sin capa, que el mundo necesita!
Es lo que le pasó a Carmen Méndez, una chica que vive en Anaheim, California, en Estados Unidos.
Ella se encontraba junto a su novio en un restaurante de comida rápida rápida esperando su pedido. Cuando de pronto, vio a una mujer sin hogar que entró y se acercó a la gente para pedirles las sobras que estaban a punto de tirar a la basura. Pero tristemente, nadie fue capaz de decirle que sí.
Carmen vio cómo la pobre indigente fue ignorada por todos y eso definitivamente rompió su corazón.
Carmen se quedó perpleja viendo la escena y ella, que trabaja como voluntaria con personas sin hogar, dijo que sinceramente «ese tipo de personas no me repugnan ni me enferman del estómago… ¡Los sostengo a todos con tanto amor!»
Entonces le dijo a su novio Fred que si la volvía a ver antes de que terminaran de comer, le daría su comida. Sin embargo, cuando ya estaban de salida del lugar la buscó y no la encontró.
«Me sentí triste al saber todo el rechazo que tuvo esa noche en busca de una comida caliente. Cuando iba a tirar mi única tira de pollo sobrante y como 5 papas fritas, escuché una voz muy tranquila que me preguntaba si me quedaba algo. Me di la vuelta y fue ella. Le di mi comida y la vi sentarse y comérsela», relató Carmen en su cuenta de Facebook.
Ese simple gesto sació el hambre de la humilde mujer, pero algo hacía que Carmen no se sintiera bien del todo:
«Me sentí como un ser humano horrible alimentándola con mis tiras de pollo sobrantes … Ella merecía mucho más, así que le compré toda una comida, merecía una comida caliente», continuó.
Así que cuando le pidió al empleado la comida, además le hizo una especial petición: que no echaran del local a la mujer mientras esperaban.
«Ya podía ver el disgusto en los rostros de las personas mientras se sentaba a la mesa comiendo las sobras que le había dado», reflexionó Carmen.
Pero entonces sucedió algo que el novio de Carmen no pudo dejar de capturar para poderlo compartir con el mundo.
La humilde mujer se lanzó al cuello porque por primera vez sentía que alguien se preocupaba por ella, por primera vez alguien se tomaba la molestia de servirle una comida caliente, por primera vez palpaba el AMOR… Y ambas se fundieron en un abrazo eterno y rompieron a llorar sin parar.
Y compartió en su publicación una enseñanza de vida que ha dado la vuelta al mundo:
«No todas las personas sin hogar huelen a rosas. Se estaba preparando para levantarse e irse cuando la sorprendí con esta comida … La expresión de su cara lo decía todo … Nunca había sentido algo así … Pura y verdadera gratitud. Ese abrazo que me dio fue como un abrazo que nunca había sentido … Esas lágrimas que derramó se sintieron en lo más profundo de mi corazón … La abracé con fuerza y la dejé salir. No me repugnaba … Sólo la abracé. Y ese es un momento que nunca olvidaré. Entonces, la próxima vez que juzgues a una persona sin hogar, piensa dos veces ... No todos están sin hogar debido a una adicción a las drogas o porque son perezosos», concluyó.
Rápidamente, la publicación de Carmen se hizo viral acumulando más de 250.000 me gusta, 29.000 comentarios y más de 90.000 compartidos. ¡Y no es para menos!