Honey y Singh son gemelos que nacieron conectados mediante sus cráneos. Los padres, que son de Kandhmal, India, han pasado dos años buscando ayuda para darles la atención médica que tanto necesitan.
Recientemente unos oficiales del Gobierno se aproximaron e hicieron contacto con ellos para asistirlos y aparentemente conocerán muy pronto a un nuevo equipo de doctores que evaluará el caso.
Esta pareja vive en condiciones de pobreza y lo único que han hecho durante años, además de trabajar, es soñar con ver a sus pequeños de dos años vivir separados físicamente de esa terrible condición de nacimiento que los unió. Han esperado la llegada de la cirugía que cambiaría sus vidas con muchas ansías.
El padre de la familia, Bhuan Kanhar, trabaja como granjero y gana aproximadamente 22 euros al mes. Él intentó pagar el tratamiento de los bebés cuando nacieron, pero no lo logró. «Después de que mis hijos llegaron al mundo traté de conseguirles un tratamiento, pero mis finanzas no me lo permitieron. Al final perdí la esperanza y fui forzado a verlos crecer con esa condición durante dos años», contó.
Pushpanjali Kanhar tiene 25 años, ella estaba en completo estado de shock cuando dio a los dos bebés fusionados por la cabeza. Todo ocurrió en un hospital de la localidad del este de la India en marzo de 2015.
La pobre no tenía idea de las complicaciones del embarazo hasta que lo vio con sus propios ojos: Honey y Singh estaban conectados mediante el cráneo.
Los exámenes posteriores confirmaron que cada uno tenía un cerebro, así que tan solo estaban unidos por la superficie de sus cabezas. Después de dos años de desesperación intentando buscar un médico accesible que los ayude no tuvieron resultados.
La familia esperó con mucha paciencia la ayuda gubernamental y ahora por fin están a punto de tener una reunión con nuevos médicos.
«Reconocimos que los gemelos padecen de Craniopagus ya que tienen dos cerebros separados pero están fusionados mediante el cráneo«, dijo El Dr. Swapneshwar Gadnayak. También aseguró que ha habido cirugías exitosas en casos como ese, pero por el contrario, cuando los cerebros están unidos es muy difícil. «Este caso necesita evaluación, tenemos que confirmar si la cirugía es posible».
La pareja tiene otros dos hijos: Ajit, de 9 años y Dakhiya, de 6. Ambos están saludables, sus padres sueñan con verlos a todos jugando felices. «Quiero que Honey y Singh sean como sus hermanos mayores. Que vayan a la escuela y vivan individualmente. Ellos apenas pueden hablar pero sé que puede irles mucho mejor.», dijo Pushpanjali.
Los padres de esos niños sueñan con recibir la noticia de que la cirugía es posible. La operación es compleja y los riesgos son altos, pero es un riesgo que ellos quieren correr porque anhelan ver a sus hijos ser felices. Rezamos por esa familia y esperamos que Honey y Singh puedan operarse y lograr tener la vida que Pushpanjali y Bhuan tanto sueñan. ¡Fuerza!
Te invitamos a compartir esta historia con todos tus conocidos, esperamos que pronto puedan tener la vida que merecen.