Cuando se trata de educar a los hijos cada padre tiene un modo y una forma de hacerlo, pero para estos padres el trabajo duro es la clave del éxito. Algo que Sophie y Phill McGennity de Preston, insisten en enseñarle a sus pequeñas hijas, Crystal, de 8 años, y Hallie, de 3.
La pareja cree firmemente que el trabajo desde pequeño garantizará el éxito en el futuro de sus hijas.
Las niñas han aprendido que el trabajo garantizará su futuro.
Para ello, les han asignado trabajos de medio tiempo donde logran ganar su propio dinero realizando tareas del hogar, también deben cumplir con un completo programa de actividades y las tareas de la escuela. La madre comenta:
“Es esencial que las niñas aprendan que nada en el mundo es gratis. Mi sueño es ver a mis hijos sobresalir en lo que elijan hacer. La participación es importante, pero en última instancia que ganen en la vida para que no tengan que preocuparse por el dinero o la estabilidad.”
Para las niñas es maravillosa la ética de trabajo que sus padres realizan y les han inculcado, si bien muchos padres cuestionan la manera en que Sophie y Phill están educando a sus hijas, estos aseguran que todo el trabajo duro es parte del éxito y que las niñas no hacen nada que no quieren hacer.
Crystal gana 12 dólares por un día completo de trabajo en el parque de trampolines.
Una vez que regresan de la escuela o la guardería, las niñas trabajan dos tardes a la semana en el parque de trampolines de sus padres, deben limpiar las superficies y barrer los pisos.
Los miércoles por la noche ambas niñas asisten a natación, y los jueves y vienes tienen clases de equitación, donde tienen un Pony compartido al que deben alimentar y limpiar todos los días de la semana.
Cada día deben cumplir con diferentes actividades.
Los sábados por la mañana asisten a clases de baile donde compiten con otras escuelas, luego regresan a equitación y ayudan en el trampolín los domingos. Shopie dice:
“Es importante para nosotros asegurarnos que nuestras hijas tengan éxito. Necesitan aprender que nada en el mundo es gratis y para tener éxito hay que trabajar duro todos los días.
No reciben nada gratis a menos que sea su cumpleaños y, por supuesto, Navidad. Si asegurarnos de que nuestros hijos tengan todas las oportunidades que podemos ofrecerles nos hace agresivos, entonces somos agresivos.”
Si bien otros padres no están deacuerdo con los estrictos horarios de las niñas, estos padres solo quieren que sus hijas tengan una vida llena de emoción mientras aprecian y trabajan por los lujos que tienen.
La pareja les ha enseñado a sus hijas que para conseguir las cosas hay que esforzarse y ellas parecen entenderlos. Shopie comentó:
“Nos han dicho que somos demasiado agresivos antes, pero simplemente no puedo estar de acuerdo, o tomarlo como algo personal.
Recibimos comentarios negativos de padres que no crían a sus hijos como lo hacemos nosotros. Luego se quejan de que sus hijos no están haciendo lo suficiente o de que son millennials perezosos, pero se debe enseñar una sólida ética de trabajo desde el principio y es por eso que nuestras hijas tienen tanto éxito a una edad temprana.”
Las niñas son responsables con todas sus actividades y no esperan a que sus padres les digan lo que tiene que hacer. A diferencia de muchos otros niños solo tienen una hora al día en el ordenador o para ver televisión, siempre y cuando hayan culminado sus deberes escolares.
Las niñas están muy acostumbradas a su rutina así que al final del día se acuestan agotadas deseando tener dulces sueños. La madre comenta:
“Nunca las presionaría para que hagan algo que no estén felices de hacer. Un niño feliz es la clave del éxito, porque se superan a sí mismo con poco esfuerzo.”
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