Son muchas las noticias y rumores que circulan sobre el coronavirus. En medio de una situación tan difícil es necesario mantenernos informados y escuchar fuentes seguras. Los médicos, enfermeras y todo el personal de salud son los que se encuentran en la primera fila de esta difícil lucha.
Debemos escuchar sus testimonios para comprender lo lejos que ha llegado la situación.
Nueva York es la ciudad estadounidense más afectada por el COVID-19 con más de 100 mil casos.
El COVID-19 ha tomado a muchos hospitales por sorpresa y uno de los problemas más alarmantes es que pocos cuenta con los materiales de protección e insumos médicos necesarios para seguir adelante. Colleen Smith trabaja en el hospital de Elmhurst en Queens, Nueva York.
Collen es la directora de la Sala de Emergencias en el Hospital.
Nueva York se ha convertido en una de las zonas más afectadas de los Estados Unidos pero los medios oficiales aseguran una y otra vez a la población que todo estará bien. Colleen, por desgracia, siente que las cosas están muy lejos de ser así y sintió que debía alzar la voz para mostrar la verdad al mundo entero.
“Desde nuestra perspectiva, no creo que todo vaya a estar bien. No tengo el apoyo que necesito. Ni siquiera cuento los materiales físicos necesarios para cuidar a mis pacientes”, se lamenta Colleen al borde las lágrimas.
La dedicada médico muestra a través de un pequeño vídeo la realidad del hospital. Siente temor al pensar que tomarán represalias en su contra, pero la verdad resulta mucho más importante en estas situaciones.
“La gente está muriendo. No tenemos las herramientas que necesitamos. Esto es demasiado difícil”, asegura Colleen.
El principal problema en este hospital es la falta de insumos como mascarillas de protección y los respiradores que tanto necesitan los pacientes. Sin embargo, el gobierno asegura una y otra vez que ya ha enviado cientos de equipos y que esto no es un problema.
“Hay cientos de ventiladores míticos que se supone que deberían haber llegado pero no los hemos visto”, alerta Colleen.
Desde que todo esto comenzó, el personal del hospital intentó separar a los pacientes con síntomas de coronavirus del resto.
Sin embargo, con el paso del tiempo se dieron cuenta de que aquellos que llegaban por otras razones como un accidente automovilístico también presentaban claras señales de COVID-19.En medio de todo, el hospital no cuenta con la posibilidad de hacer pruebas a todos.
“Ni siquiera médicos y enfermeras nos podemos hacer la prueba. Puede que tengamos síntomas pero de todas maneras no tenemos acceso a ellas. Estamos expuestos una y otra vez”, denuncia Colleen.
Colleen y cientos de médicos están tomando todas las medidas que sean posibles pero necesitan ayuda. Los respiradores y máscaras de protección son fundamentales para poder proteger al personal de salud. Esperamos que su mensaje llegue a todos los rincones del mundo y muchos comprendan la gravedad del asunto.
No dudes en compartir estas declaraciones para apoyar a Colleen y reconocer la labor del personal sanitario.