Esta historia me rompió el corazón, a veces hay personas que pasan por alto el valor de los sentimientos de los niños. Ellos merecen ser tratados con cariño, comprensión y respeto están descubriendo el mundo y nos regalan cada día una lección de nobleza con su capacidad de amar sin medida.
Kristen Layne es la mamá de Mahlon, un niño de 9 años que esperaba celebrar su día con mucha ilusión, pero lamentablemente no todo salió como esperaban.
Ellos solo llevan un mes viviendo en esa zona, en cuanto se mudaron Mahlon comenzó a asistir a la escuela. Su madre lo describe como un niño naturalmente divertido, fácil de complacer y capaz de mirar la vida con esperanza y optimismo, es ese chico que le daría su juguete favorito a otro niño para hacerlo sonreír.
Como era la primera vez que podría celebrar su cumpleaños con amigos, tenían muchas expectativas de ese día.
Escogieron como motivo “El diario de un cabrito Wimpy” porque era la serie de libros favorita de Mahlon, encargó unas invitaciones alusivas, un adorno para el pastel y planearon una serie de juegos recreativos.
Él repartió múltiples invitaciones a sus amigos en la escuela, y a un amigo que asiste con él a clases de taekwondo. Con mucho entusiasmo contaba los días, las horas, los minutos para que llegara el momento de celebrar su cumpleaños.
Finalmente llegó el día, decoraron con globos y serpentinas, limpiaron su habitación, eligió su atuendo y luego decoraron la mesa en la que pusieron cuidadosamente los cotillones de regalo para sus amigos.
“Este es el día más feliz de mi vida mamá, no puede esperar a que mis amigos lleguen aquí. Sólo faltan tres horas”, así exclamó Mahlon.
Kristen había pedido a los invitados que confirmaran su asistencia, no había recibido ninguna respuesta y ella no tenía los números telefónicos de los padres de los niños que habían invitado.
Pasaban las horas y nadie llegaba, de hecho ningún niño asistió. “Ver a mi niño con el corazón roto sentado solo en su mesa vacía fue terrible. No hay palabras para describirlo”.
El pequeño Mahlon le dijo a su papá: “Nadie vino, papá. Supongo que no soy muy popular en la escuela”.
Tenían suficiente pizza para alimentar a un pequeño ejército, juegos de mesa y un gran pastel pero solamente se presentaron los amigos de la familia y sus familiares cercanos.
El niño bajó a la calle con ansiedad en espera de que llegara algún invitado a la fiesta, pero nadie asistió, ni un solo niño.
La mamá de Mahlon pidió a los padres que por favor cuando sean invitados a un cumpleaños confirmen su asistencia para que puedan tomar acciones en caso de que no puedan compartir ese día, la mayor ilusión de este niño era celebrar su día junto a sus amigos con las cosas que con tanto cariño habían preparado pero lamentablemente sufrió una decepción que jamás olvidará.
Afortunadamente, su familia estuvo allí para apoyarlo y compartir la alegría de su noveno cumpleaños.
La historia fue compartida en su blog, y conmocionó a muchas personas que se mostraron solidarias ante lo ocurrido y le han enviado muchos mensajes de apoyo y regalos. Puedes visitarlo aquí.
“Nuestra familia quiere enviar un enorme agradecimiento a todos y a cada uno de ustedes por todas las amables palabras de apoyo, deseos de cumpleaños, tarjetas y regalos que nos han hecho llegar”.
Ella quiso compartir lo sucedido para ayudar a prevenir una situación similar, instando a los padres a responder ante una invitación y evitar tanto dolor a un pequeño ser que tuvo que enfrentarse a sentir rechazo de esa forma.
Mahlon lloró desconsolado esa tarde, esperaba que alguno no le fallara y no es responsabilidad de los pequeños asistir ni confirmar, ese rol es de los padres.
Así que Kristen, a través de su experiencia, quería prevenir que otro niño pasara por lo mismo.
¡Comparte este conmovedor mensaje con tus amigos! Pon tu granito de arena con los niños que tengas alrededor para regalarles toda la alegría que merecen, todo ese amor que siembres hoy lo cosecharás mañana.