Cada familia tiene sus hábitos y costumbres, y cuando se trata de los hijos lo normal es que sean los padres quienes definan las normas a seguir para educarlos y disciplinarlos correctamente.
En la familia deNaomi Isted, una blogger de viajes de lujo, de 40 años, pareciera que es ella quien marca las pautas a seguir en el tema de la educación de sus hijos.
Naomi reveló que mientras ella viaja en primera clase a lugares exóticos, Haydn de 40 años, su marido y sus hijos, Fleur, de 9 años y Rocco de 3 años, viajan en la clase económica porque ella considera que sus hijos son muy pequeños para apreciar la primera clase.
Cuando van de viaje su esposo es el encargado de llevar a los niños en el avión, aunque algunas veces se turna con la madre de Naomi.
Estoy segura de que algunas personas pensarán «oh, Dios mío».
Y creo que realmente no se equivoca…
Pero si estás en una posición en la que tienes este tipo de oportunidades, ¿cómo le enseñas a tus hijos el valor del dinero? A mí no me entregaron nada en bandeja de plata cuando era niña o adolescente, trabajé por todo lo que tengo».
Naomi agregó que no se siente culpable por esa decisión.
También aprovecha viajar en primera clase para ponerse al día con el trabajo sin interrupciones.
Siempre he sido una madre trabajadora y les proporciono a mis hijos oportunidades que algunos niños no tienen. Incluso si estoy haciendo malabarismos con varios proyectos, siempre estoy en los partidos deportivos, en la escuela, estoy ahí para ellos».
Añadió que siempre está con sus hijos dándoles amor.
Quiero que tengan gratitud, esa es la razón de esta decisión. Tengo vacaciones de lujo al menos una vez al año con los niños, así como viajes en solitario con Haydn, quien es un agente inmobiliario y creador de contenido”.
Naomi, escritora de moda y viajes, dice que pasa entre ocho y diez horas en vuelos de larga distancia, preparando guiones, escribiendo publicaciones de blogs, planeando estilos de Instagram y organizando algún itinerario.
Cuando entro en el avión pienso que es hora de que baje la cabeza y me ponga a trabajar. No me turno con Haydn, quien aprecia que estas son oportunidades que le estoy brindando a la familia. Él no puede escribir los guiones para mí, aunque si lo hiciera igual no lo cambiaría».
Esta madre dice que su decisión también es valorada por los otros pasajeros de primera clase, pues ellos agradecen no tener que volar con sus hijos, especialmente su hijo que «correría» y sería «salvaje».
Si estoy trabajando con un cliente no me llevaría a los niños. No quiero ser irrespetuosa con otros padres que están allí tratando de relajarse. Tampoco quiero suprimir la personalidad de mi hijo».
Si su pequeño hijo desea correr y gritar, ella quiere que se sienta libre de hacerlo. No quiere estar diciendo «basta».
Por eso no lo pondría en primera clase o en un hotel de lujo de gama alta. No creo que sea justo para nadie».
¿Acaso viajando en la clase económica su hijo puede “correr” y comportarse indebidamente?
Sin entrar en polémica, pareciera una manera muy extraña de inculcar algún tipo de valor como la gratitud.
Los niños crecen en una sociedad no de manera aislada y como tal deben aprender lo que es el respeto por el espacio del otro.
Las normas del buen hablante y del buen oyente, la tolerancia y el aprecio por las experiencias vividas. No se trata de avalar que tenga un comportamiento inadecuado y ocultarlo o evadirlo por su incapacidad de controlarlo.
Finalmente, cada uno es libre de educar a sus hijos. Comparte con tus amigos y déjanos saber ¿qué harías si se tratara de tus hijos?