Lamentablemente, el cáncer es una enfermedad que puede afectar a cualquiera sin importar la edad, muchos niños se ven afectados por esta enfermedad y desde muy temprana edad se enfrentan al dolor y sufrimiento que causa.
Niamh Storey Davidson es una pequeña niña que a sus 6 años fue diagnosticada con el tumor de Wilms, un tipo de cáncer que afecta a los niños; desde ese momento empezó a someterse a tratamiento pues no había tiempo que perder.
Como sucede en muchos de los casos de pacientes diagnosticados con algún tipo de cáncer, los médicos indicaron a los familiares de Niamh que su enfermedad era terminal y debido a esto siempre recaía a pesar de cumplir el tratamiento.
Tristemente esta pequeña falleció el 13 de noviembre de 2014, justo después de mediodía como lo indicó su madre. Pero la historia de Niamh no termina ahí, pues esta pequeña niña fue suficiente inspiración para que su madre y familiares tomaran una decisión sumamente noble.
Los padres de esta pequeña creían fielmente en la donación de órganos para salvar vidas; de hecho, ya lo habían vivido cuando uno de sus hijos mayores recibió un trasplante de corazón, por lo que quisieron hacer algo muy noble y considerado con alguien más para devolverle a la vida ese favor.
La madre de la pequeña Niamh, cuatro horas después de su partida decidió comunicarse con una empresa llamada Arka Original que tiene su sede en Brighton, una ciudad costera del sur de Inglaterra, que ofrece servicios funerarios personalizados.
Esto tenía solo un objetivo, ella debía actuar rápido ya que sabía que su hija podía brindarle esperanza a alguien más y si todo salía bien podría donar los ojos de su pequeña para alguna persona que los necesitara.
Los servicios de funeraria llegaron al hogar de esta familia, se llevaron el cuerpo de la pequeña de una manera muy amable para no lastimar los sentimientos de sus familiares y, tras haber realizado todas las actividades competentes, regresaron a la niña al día siguiente a su casa.
Aunque esto parezca un poco extraño, es una actividad común en el Reino Unido, ya que por muy raro que parezca no es ilegal; el servicio funerario dio a la familia la información necesaria para tratar con el cuerpo en casa.
Después de esto, el cuerpo de Niamh permaneció unos días más en casa. Sus padres tomaron esta decisión porque querían que el proceso de separación familiar con la niña se hiciera de manera lenta y así todos podrían digerir que Niamh ya no estaría a su lado físicamente nunca más.
Todos los familiares y amigos de Niamh lloraron su pérdida el día que por fin se realizó el funeral; nadie está preparado para perder a un ser querido y mucho menos cuando se trata de una pequeña con toda una vida por vivir.
Su madre decidió tenerla unos días más a su lado, tres semanas para ser exactos, pues pensaba que de esta manera el proceso sería un poco más llevadero. Tal vez para muchos esto resulta insólito e incorrecto, pero a sus familiares les hizo bien poder compartir un poco más y poder despedirse de la pequeña.
Comparte esta conmovedora historia con tus amigos, qué difícil es decir adiós de esta forma.