La muerte siempre será un trago difícil de digerir para las personas. Pensar en perder un familiar o nuestra propia vida es algo que nos causa angustia. Sin embargo, aunque nos sea difícil de comprender la muerte también puede significar vida.
Esta lección la han comprendido los familiares y compañeros de Nicolás Soto Estroz, un bombero fallecido durante un incendio forestal pero que aún después de su partida continuó cumpliendo con su labor de rescatista como un verdadero héroe.
Nicolás perdió la vida en febrero de este año, un duro golpe para todos los que lo conocieron. Pero para la sorpresa de muchos, el generoso hombre de solo 20 años resultó ser donante de órganos y gracias a su decisión hay un niño que ha obtenido una nueva oportunidad para crecer en este mundo.
Su nombre es Agustín Cortez y este pequeño recibió el riñón de Nicolás y en compensación, quiso hacer algo para honrar su memoria.
El viernes 20 de septiembre, Agustín visitó la Tercera Compañía de Bomberos de Villarrica, región de La Araucanía, Chile, y llenó el lugar de alegría y algunas lágrimas de otros servidores que inevitablemente pensaron en lo generoso que había sido su compañero Nicolás.
«Con muchos sentimientos y emociones hemos recibido la esperada visita del pequeño Agustín Cortez, quien recibió donación de órganos de nuestro valiente Mártir Nicolás Soto Estroz», escribieron los bomberos en su cuenta de Facebook.
La tarde estuvo llena de emociones muy fuertes pero la visita no quedó en los recintos de la estación de bomberos, sino que Agustín y los compañeros de Nicolás fueron a visitar su tumba y llevarle flores.
Con este pequeño gesto, el chico quiso honrar la memoria de su héroe y resultó en una hermosa imagen que ha conmovido a todos.
Los bomberos compartieron con el pequeño, quien utilizó un traje de servicio pues ahora desea tener la misma labor que tenía Nicolás en vida y convertirse en un héroe para otros.
“Gracias Nicolás por dar vida y esperanza a una familia, la alegría del pequeño lo dice todo. Agustín eres parte de nosotros”, escribieron los bomberos.
Esta historia es realmente emotiva y llena de inspiración. El gesto de Nicolás debería de ser una gran lección para todos, pues allí fuera hay muchas personas y peor aún niños a la espera de un órgano vital para poder vivir. Sabemos que este joven debe sentirse feliz desde el cielo y su memoria y ejemplo seguirá intacto para todos los que lo conocieron.
Comparte esta hermosa historia y hagamos posible que el legado de Nicolás inspire a otros a donar y salvar vidas. Desde el cielo él sigue siendo un verdadero héroe.