Niketa Bell, de 25 años, y su esposo Mark, de 30, se sometieron a un tratamiento de Fecundación In Vitro para lograr su sueño de convertirse en padres.
Finalmente estaban en la dulce espera, pero el embarazo no llegó a feliz término, después de cuatro años intentando ser padres fue una noticia devastadora. Ella tenía 12 semanas de gestación.
Habían jurado que sería la última ronda de Fecundación In Vitro que intentarían, así que cada vez se extinguía más su ilusión.
“Siempre dije que nunca me volvería a someter a un tratamiento de FIV por lo difícil que era”, comentó Niketa. Su cuerpo estaba afectado por los medicamentos, y el agotamiento que exigía el tratamiento, pero sobre todo se sentía muy mal emocionalmente.
Aunque decidieron intentarlo por última vez y ella quedó embarazada en septiembre del año pasado.
“Decidí hacerlo, me dije a mí misma que esta sería la última oportunidad”, comentó la madre.
La pareja se quedó sorprendida con el resultado de este intento, no solamente serían bendecidos por la llegada de un bebé a sus vidas, tendrían tres bebés.
“Me sentía distinta en este embarazo, presentí que tendría gemelos”, dijo la madre. Su intuición no se equivocó. Afortunadamente su embarazo se desarrolló sin complicaciones, después de la trágica pérdida de su primer bebé comenzaban a recuperar la ilusión por la llegada de sus pequeños.
El pasado 7 de abril Niketa dio a luz a Lola, Jacob y Tommy a través de una cesárea de emergencia a los siete meses de embarazo.
Lola pesó 1,36 kilos, sus hermanos, gemelos idénticos Jacob y Tommy pesaron 1,72 kilos y 1,41 respectivamente. Los tres fueron trasladados al Hospital Universitario James Cook en Middlesbrough donde fueron atendidos en la Unidad de Cuidados Neonatales. Tras varias semanas ingresados para que culminaran su desarrollo recibieron el alta.
Las imágenes capturadas el pasado jueves 2 de mayo muestran a los bebés por primera vez en casa tras recibir el alta médica.
Niketa se desempeña como asistente de atención médica en la enfermería de Cumberland, confesó que se sintió muy conmovida cuando vio a sus hijos.
“No lo podía creer hasta que realmente los vi en la incubadora y pensé que eran míos y que al fin éramos padres”, relató.
Mark tiene un defecto congénito que le impide tener hijos porque nació con solo un conducto eyaculador afectando su capacidad reproductiva. Ahora disfrutan haber logrado su sueño de tener una familia, no pueden creer que tengan tres hijos.
De pronto pasaron de estar solos a ser una familia de cinco miembros, su historia llena de esperanza a muchas parejas que sueñan con tener hijos, no te vayas sin compartirla.