El acceso a la tecnología definitivamente nos resuelve la vida en la mayoría de ocasiones, pero lamentablemente los más pequeños de la casa terminan presos de ella y son miles los niños en el mundo que pasan horas pegados a la pantalla del móvil.
Mucho se ha hablado de lo perjudicial que eso puede resultar, pero un padre de Tailandia ha revelado el aterrador caso de su hija, que lo confirma.
Dachar Nuysticker Chuayduang jamás imaginó que dejar a su hija de 4 años que jugara con el móvil mientras él trabajaba, sería algo de lo que se arrepentiría de por vida.
La pequeña casi se quedó ciega por no despegarse del móvil desde que tenía 2 años
Dachar contó en Facebook la terrible adicción que empezó a desarrollar la pequeña, ya que apenas trataban de quitarle el teléfono lloraba desconsolada.
Cuando empezó a tener problemas de salud, jamás los relacionó con su exposición a la pantalla. Luego necesitó anteojos y su vista empezó a degenerarse a pasos agigantados.
A la hija de Dachar le diagnosticaron ambliopía, una pérdida de la visión sin causa orgánica.
A causa de eso tuvo que ser sometida a una intervención quirúrgica, de la cual salió con éxito. Pero los médicos le advirtieron que no podría acercarse a ninguna pantalla digital, pues la luz de estos dispositivos fue lo que causó la pérdida de visión.
El padre descubrió que el uso prolongado e incontrolado de su aparato fue el culpable de la enfermedad, y por eso quiere ahora advertir a otros padres.
El uso excesivo de teléfonos inteligentes por parte de los niños puede tener graves consecuencias para su salud.
“Esto es particularmente grave cuando los adultos permiten que sus hijos pequeños usen tecnología inteligente como teléfonos inteligentes y tabletas durante largos períodos de tiempo. Sin ningún límite, el exceso de tiempo frente a las pantallas puede tener consecuencias graves para la salud física y mental de un niño”, explicó la doctora Rawat Sichangsirikarn, profesora asociada de pediatría en Bangkok.
¿Cómo pueden los teléfonos inteligentes y las tabletas afectar el desarrollo de un niño?
Los niños pueden experimentar menos sueño y puede afectar a su concentración, lo que lleva a su vez a un ciclo de sueño poco saludable porque terminan durmiendo más durante el día que en la noche.
Por cada 15 minutos que el niño usa un dispositivo inteligente, pierde 60 minutos de sueño, dice un estudio.
Ente otros daños colaterales también se encuentra la pérdida o aumento de peso, dolores de cabeza y mala nutrición. No se descartan problemas de salud mental, cambios de comportamiento y depresión, así como que se vuelvan agresivos si los padres no les permiten usar el teléfono, creándoles más ansiedad, soledad y autoaislamiento.
También son más propensos al déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y autismo. Tampoco aprenden a jugar con otros amiguitos, ni a ser autónomos en su manera de pensar.
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