Muchos se preguntan si los milagros existen, y es que a veces la ciencia no puede explicar algún fenómeno o situación, el destino hace de las suyas y suceden eventos que parecían imposibles y dejan atónitos hasta a los más incrédulos.
Una mujer de Essex, Inglaterra, vivió en carne propia lo que es ser parte de un milagro y sucedió de la forma más peculiar del mundo: recibir un beso de un orangután. El beso que le dio el primate parece ser bendito porque, aunque ni ella ni el orangután se conocían con antelación, él parecía saber qué le estaba afectando y le hizo realidad su deseo más añorado.
La mujer se llama Nina Marston y tiene 37 años, ella y su esposo, Lee, habían intentado tener un bebé durante cuatro años, pero lamentablemente, sus embarazos no fueron exitosos y la mujer sufrió seis pérdidas espontáneas.
Pero, justo antes de tirar la toalla, la pareja recibió la noticia de que estaban esperando un bebé, así que decidieron celebrarlo yendo al zoológico de Colchester.
Marston se encontraba en el recinto de los primates y ella alzó su camisa dejando ver parte de su pequeña barriga de embarazada. La pancita fue vista por el dulce orangután, Rajang, quien se acercó a la mujer y le dio un beso en su ombligo, un gesto que después significaría mucho para Marston y el resto de la comunidad de mujeres locales que quieren quedar embarazadas.
Tras cuatro años intentando, este parto de Marston se dio sin ninguna complicación y la madre alega que todo fue gracias al beso de la suerte que le dio el simpático Rajang.
Meses después de esa visita al zoológico, los Marston recuperaron la alegría, en noviembre del año pasado celebraron el nacimiento de su hija, Elizabeth, una niña sana y hermosa.
El caso de esta madre causó revuelo en la opinión pública, el zoológico se pronunció al respecto y dijo que Rajang es fanático de las cicatrices, ombligos, estrías y, obviamente, de la pancita de las embarazadas, así que se muestra muy receptivo con las mujeres que están en la dulce espera.
Los trabajadores del zoológico aseguran que Rajang es muy curioso desde que llegó a su recinto en 1980. Lo trasladaron a ese lugar para ser criado por humanos debido a que su madre había muerto cuando él tenía un mes de nacido y por eso el contacto con las personas es algo muy común para él.
Desde el momento en que las mujeres se enteraron del milagro que hizo el beso de Rajang, ciento de embarazadas visitan la zona de primates del zoológico y muestran su pancita al orangután para recibir un gesto de cariño y tener un embarazo sano que llegue a feliz término.
Lamentablemente, Rajang perdió la vida el 13 de diciembre del año pasado debido a varias enfermedades que padecía y a su avanzada edad.
El gesto de este orangután conmovió a muchas personas, durante su vida ofreció mucho cariño a quienes lo visitaban y esta madre está convencida de que gracias a ese beso pudo cumplir su sueño de ser madre.
Los animales son capaces de lograr cosas extraordinarias, su amor no tiene límites. Comparte esta emotiva historia.