La Navidad es para muchos el día más esperado del año y es que en esta fecha tan especial podemos convivir con nuestros seres queridos junto a las luces del árbol y disfrutar de una exquisita cena bajo el abrigo de nuestro hogar creando un sinfín de momentos maravillosos que atesoraremos siempre en la memoria.
Lamentablemente, hay muchas familias que debido a la crisis económica a nivel mundial no tienen la oportunidad de tener una casa en la cual pasar este día especial junto a su familia.
Esto es lo que han tenido que sufrir durante las dos últimas Navidades una pequeña niña de 4 años llamada Poppy y su madre de 30 años de edad de nombre Leanne Dunleavy. La crisis inmobiliaria que atraviesa Irlanda las ha llevado a vivir en refugios para personas sin hogar durante todo este tiempo.
Aunque Leanne trabaja arduamente día a día como estilista, le resulta imposible poder adquirir o alquilar una casa y, a tan solo pocos días de Navidad, tuvo que comunicarle a la linda Poppy que por tercera vez pasarán la temporada de fiestas en un albergue.
Ante la noticia la pobre niña no pudo hacer más que romper a llorar, impregnando su corazón de tristeza y frustración a su corta edad.
“No tenemos dónde quedarnos. No tenemos otro lugar”, dijo la niña entre sus sollozos.
Leanne perdió su casa de manera inesperada y, aunque no pierde la esperanza de recuperarla, es consciente de que su situación no cambiará pronto.
Mientras tanto, únicamente puede consolar a su hija y prometerle que algún día tendrán una hermosa casa nueva donde podrá vivir con el perrito que siempre ha querido.
Leanne compartió el conmovedor vídeo de su pequeña hija llorando en las redes sociales y rápidamente se hizo viral. Ha tenido más de 170.000 reproducciones y, principalmente, ha expuesto el terrible dolor que causa la crisis en los niños.
“Este es el sentimiento de los niños sin hogar que nadie quiere ver. Ella solo tiene 4 años y es su tercera Navidad sin hogar”, escribió la mujer.
De acuerdo a las cifras oficiales, actualmente hay más de 130.000 niños sin hogar tan solo en el Reino Unido. Espero de corazón que muy pronto las condiciones de vida de estos seres inocentes puedan mejorar y puedan dejar atrás esos momentos de tristeza que han marcado su niñez.
¡Comparte esta emotiva historia con todos tus amigos y hagamos del mundo un lugar mejor en el que los niños puedan sonreír y tener un hogar!