Tener abuelos con vida es una de las bendiciones más grandes que en ocasiones no sabemos valorar lo suficiente. Ahora, cuando faltan, pero su paso por el mundo y en el corazón de sus nietos, ha dejado una huella profunda, lo que sucede después puede ser tan conmovedor como mágico.
La carta de un pequeño de siete años a sus abuelos fallecidos está dando la vuelta al mundo
Fue Eva Tovar, directora del programa de televisión español, La noche D, presentado por Dani Rovira, quien se encargó de difundir en su cuenta de Twitter la carta de su sobrino a sus abuelos, los padres de Eva.
“No puedo parar de llorar. Hoy mi sobrino Keita de 7 años le ha escrito esta carta a mis padres, sus abuelos, que fallecieron el año pasado”, tuiteó Eva junto a la foto de la carta.
En 10 días, el tuit ha llegado a casi 24.000 me gusta y más de 2.000 retuits
En la carta, Keita dirige una conmovedora petición a sus abuelos, que comienza así:
“Espero que estéis muy bien. Quiero que me dibujéis cómo es el infinito para saber que estáis bien y también quiero saber si sois dioses”.
Además, firmó con su nombre y una casita junto a un ángel
Es realmente difícil no conmoverse con tanta pureza e inocencia y sobretodo por el vínculo tan fuerte que se presume existía entre el pequeño y sus «yayos».
No es raro por eso que el tuit se haya vuelto tan viral y los comentarios de los tuiteros emocionados, no han tardado en llegar.
El presentador de televisión, Roberto Leal, escribió en relación a la pregunta de si son dioses:
«Lo son y lo serán siempre».
Mientras que el humorista Santi Rodríguez, respondió: «Dile que claro que lo son, por supuesto, y que seguro que están orgullosos de ver que tienen un nieto con un corazón tan increíble».
“Qué maravilla…..son Dioses seguro!!! Serán sus Dioses!!!!”, “Conmovedor y emocionante”, “Grande Keita! Son Dioses. Te lo digo yo que de esos tengo unos cuantos por ahí arriba. El último mi padre que nos dejó hace dos semanas”, fueron otros comentarios.
A la foto le acompañaba un bol de galletas para la abuela y un bol de aceitunas para el abuelo… ¡Es difícil no llorar!
Se ve claramente que incluso Keita, en su inocente ternura, sabía hasta los gustos de los abuelos. Y como si de la leche y las galletas para Papá Noel se tratara, esperanzado en que sus «yayos» se lo comieran todo, ahí dejó el manjar favorito de cada uno, por si acaso.
«Niños tan pequeños y dándonos semejante lección. Está claro que a los adultos nos falta mucha inocencia de niño, puede que así el mundo fuera mejor», concluyó un usuario conmoviendo a todos.
No te vayas sin compartir esta dulce historia con tus amigos, y anímate a contarnos si te ha traído algún recuerdo entrañable de tu infancia. ¡Definitivamente, nada como los abuelos!