El pequeño de 22 meses de edad, Neihana Renata, estaba con su hermana gemela Aotea, en la guardería Little Lights Kindy, cuando un desafortunado accidente tras comer manzana cambió su vida para siempre.
Los hechos tuvieron lugar en en Rotorua, en la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Nehana ha quedado con parálisis cerebral severa después de haberse atragantado con una rodaja de manzana cruda. Y de ser un niño completamente feliz y activo pasó a estar confinado a una silla sin poder moverse.
Una rodaja de manzana cruda se quedó alojada en su garganta cuando una de las cuidadoras lo estaba alimentando, y de inmediato no pudo respirar.
Permaneció en paro respiratorio durante 30 minutos, lo que le provocó una parálisis cerebral grave.
«Básicamente, nos dijeron que tendremos un niño que lo único que hará será respirar», dijo su padre. «Puede abrir los ojos, pero ya no hay nada allí», ha dicho entre lágrimas.
Neihana pasó 2 meses en el hospital, y su madre, que es doctora, tuvo que renunciar a su trabajo para cuidarlo.
La madre, por su parte, no culpa a las maestras, pero sí cuestiona por qué le dieron ese alimento crudo si se sabe que es potencialmente riesgoso. Por lo que piensa que se debe hacer mucho más para evitar episodios similares en el futuro.
Ahora el bebé no puede caminar, hablar o tragar normalmente, pero sigue sonriendo y riendo.
Un grupo de presión llamado ChildForum publicó un informe en el que dice que si la manzana no hubiera estado en el menú nada de esto habría ocurrido. Y también mencionaron las discrepancias encontradas en cómo se administraron los primeros auxilios durante el incidente.
Las maestras dijeron haber introducido los dedos, pero nadie confirmó si aplicaron la maniobra de Heimlich, lo único que de verdad debe usarse en estos casos.
Tampoco se revisó si la capacitación en primeros auxilios del personal docente era la adecuada. El informe pide que el centro refuerce sus reglas sobre seguridad alimentaria, capacitación en primeros auxilios e investigaciones sobre incidentes similares.
Sin embargo, la empresa WorkSafe investigó el incidente y encontró que el centro sí cumplía con las normas de salud y seguridad, seguía los lineamientos de primeros auxilios, tenía personal adecuadamente capacitado y llamó a los servicios de emergencia de inmediato.
Evolve Education Group, la empresa educativa a la que pertenece la guardería, por su parte cooperó en todas las investigaciones.
En la actualidad, Evolve no permite que se entreguen verduras o frutas duras como la manzana o equivalentes a niños menores de tres años, a menos que se pelen, se rallen, se cocinen o se haga compota.
«El personal del centro hizo todo lo que pudo para ayudar a este niño», dijo un portavoz.
Las autoridades del Ministerio de Salud han nombrado a la manzana cruda como un peligro para los niños menores de cinco años. Y recomiendan cocinar o rallar finamente la manzana para evitar que los pequeños se ahoguen.
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