En el mes de agosto, Annabell Guadalupe Rodríguez, una de las pequeñas que perdió la vida en el triste incidente de la Escuela Primaria Robb, de Texas; llegó a casa después de su primer día de cuarto grado.
La niña de apenas 10 años llegó absolutamente feliz y de inmediato le contó a su madre sobre otro niño de su clase. Se trataba de Xavier James López.
«Me dijo que olía y vestía muy bien, y en cuestión de semanas, los dos comenzaron a escribirse notas en clase», recordó la madre de Annabell.
Se decían «Te quiero» cada noche, hasta que partieron juntos en la misma aula de la escuela de Texas
Meses después de que sus familias respectivas descubrieran que realmente se querían mucho, decidieron juntarse para hacer parrilladas. Desde entonces, no se separaban, se apoyaban, jugaban…
Mónica Gallegos, madre de Annabelle; y Felicha Martínez, madre de Xavier, pronto se dieron cuenta que los niños se enviaban mensajes de texto todas las noches sin falta a la hora de acostarse, donde se decían: «Te quiero».
«Annabell estaba muy enamorada de él. Felicha y yo nos reíamos, y les decíamos: ‘¿Qué sabrán ustedes sobre el amor?#8217;», dijo Gallegos a los medios.
Pero, como veían que ahí no había más que una tierna inocencia, les permitieron cultivar esa relación tan linda y entrañable.
Para la primavera, Annabell ya tenía una foto de Xavier colgada del cuello, un regalo hecho por el propio niño que la pequeña agradeció. Se lo puso para todos sus partidos de ligas menores. Otras veces, lo guardaba a salvo en su mochila.
Annabell y Xavier tenían 10 años y eran más que amigos, «sweathearts», según relataron sus padres
Sus padres disfrutaban y realmente aprendían del amor incondicional que se profesaban el uno por el otro.
Pero, en la mañana del 24 de mayo, después de que Annabell y Xavier posaran para fotografías en una ceremonia de entrega de premios en la cafetería de la escuela Robb, de Uvalde, todo tuvo el más triste desenlace. Arrancando sus sueños y esa linda amistad que prometía ser para siempre.
En el momento de la foto, Xavier se mostró realmente orgulloso y feliz, ya que era la primera vez que estaba en el cuadro de honor de la escuela. «Mi pequeño sonrió. Tal vez la inteligencia de Annabell se le había contagiado», bromeó su madre.
Solo una hora después, Ramos entraba al aula para ejecutar su plan, Annabell y Xavier estaban entre los 19 niños que pagarían con su vida, al igual que las dos maestras.
Fallecieron juntos para seguirse diciendo «Te quiero» hasta la eternidad
Ahora sus familias han decidido en honor al inocente, tierno y limpio amor que unía a los pequeños, enterrarlos el uno al lado del otro.
Los servicios funerales tuvieron lugar hace cuatro días, en el cementerio de Hillcrest en Uvalde, y las escenas que se vivieron indudablemente estuvieron cargadas de dolor y emoción.
«No estoy lista», decía la madre de Annabell, durante el fin de semana pasado, mientras hacía los preparativos para darles el último adiós a los niños.
Todos los compañeritos del par sabían de ese prematuro amor que había surgido entre ambos, incluido el profesor Reyes que se salvó y que ahora se recupera desde el hospital.
«Hacía cosas para ella, escribía notas para ella. Te hace sonreír solo pensar que realmente se amaban», dijo el profesor.
Xavier, el bailarín
Era un pequeño cariñoso, que disfrutaba de la vida sin saber que partiría tan pronto de este mundo.
«Era el centro de nuestra familia, amaba bailar con todos y alegrarnos el día, no sabremos vivir sin ti», dijo un familiar.
“Él era divertido, tenía una sonrisa que nunca olvidaré. Siempre alegraba a cualquiera”, recordó un tío.
Todos recordaron cómo apenas una semana antes del incidente, en el cumpleaños de su hermana, estuvo bailando divertido para alegrar a todos. Y el día de la premiación en la escuela, no podía esperar a llegar porque era la primera vez que le pasaba algo así.
«Incluso con 10 años, podía lucir un atuendo elegante, completo con una camisa abotonada y zapatillas adidas limpias».
Annabell
Era una niña tranquila, cariñosa y muy estudiosa. Annabell pertenecía a una familia de origen hispano, como la mayoría de Uvalde, muy unida.
Ella amaba el color azul, especialmente en las mariposas, ver vídeos de TikTok y pasar tiempo jugando y ayudando a sus hermanas.
Su hermana mayor Annastasha, pero sobre todo su hermana gemela Angeli, realmente lloran su ausencia y no conciben su vida sin ella.
Son sucesos realmente incomprensibles a nuestra razón que nos producen un inmenso dolor. Esperamos que pronto estas familias encuentren toda la resignación y la paz que necesitan para sobrellevar tan dura pérdida.