El amor es de los sentimientos más fuertes que cualquier persona puede experimentar y por esa razón se hacen tantas cosas en su nombre. En esta ocasión un joven de 18 años ha aprendido de manera muy desagradable que detrás de este sentimiento también puede haber más de un trago amargo.
Un aprendizaje que internalizó después de pasar días sin comer en una ciudad desconocida a la espera de una novia virtual que nunca apareció.
Matheus de Quadros vive enGravataí, la Región Metropolitana de Porto Alegre, Brasil, y a principios de marzo realizó un viaje hasta São Paulo para conocer en persona a su novia de Internet, con la cual llevaba más de 2 años de relación.
Para infortunio del chico, la joven con la cual soñaba nunca apareció.
Una vez en la capital, Matheus intentó comunicarse con su enamorada sin ningún tipo de respuesta. El teléfono por el cual solían comunicarse aparece fuera de servicio y las redes sociales que frecuentaba no han sido abiertas desde entonces.
Confiado en que conocería al amor de su vida, el joven vio no sólo sus sueños destrozados sino la cara de la necesidad. Matheus pasó tres noches la estación de autobuses sin comida ni dinero para regresarse a su pueblo, hasta que la policía decidió rescatarlo.
«Esperé. La llamé, no contestó el teléfono. La llamé de nuevo, tres veces, ella no contestó el teléfono. Luego estuve allí tres noches sin comer nada. Sólo bebiendo agua. Fue difícil. Aguantamos tres noches allí en la estación de autobuses”, confesó el joven.
Entre el desespero por encontrarse en un lugar desconocido, Matheus decidió pediré ayuda a su antiguo instructor del Programa Educativo de Resistencia a las Drogas y la Violencia (Proerd), el soldado Diogo Rafael Ávila de Moura y este dio parte a la policía paulista.
«Recordé que tenía a mi maestro de Proerd. Lo llamé. Tenía el contacto en mi teléfono, lo llamé. Me dijo lo que estaba pasando. Me dijo que mantuviera la calma, que funcionaría», recordó Matheus.
Una vez rescatado el chico fue llevado por los oficiales a la casa de una madrina, quien aceptó recibirlo.
Tras la difusión de la historia, Matheus logró conmover al gerente de la unidad en el barrio Parque dos Anjos, Joelson Trindade, quien decidió darle un trabajo al niño de pueblo que fue engañado.
Ahora Matheus trabaja en uno de los supermercados de la cadena y está listo para estudiar y emprender otros sueños.
De su novia virtual no ha tenido rastros y las autoridades lo alertaron ante la posibilidad de que haya sido vilmente estafado. Los fraudes por internet son realmente comunes, así que el caso de este chico podría servir para exhortar a todos los jóvenes y que no se dejen enredar a través de las redes sociales.
En esta ocasión la historia no terminó en tragedia, pero de igual modo hay que ser siempre cautelosos en Internet, comparte este caso y exhorta a todos a no dejarse engañar.